Las primarias de los socialdemócratas alemanes dan la victoria al ala izquierdista y reacia a la gran coalición

El resultado de la consulta a los 425.000 militantes , deberá ser ratificado por el congreso federal que tendrá lugar del 6 al 8 de diciembre en Berlín. Los ganadores, más escorados a la izquierda que Scholz, se han comprometido a revisar el pacto de coalición con Merkel, de acuerdo a la cláusula incluida en el pacto y que que establece esa evaluación a mitad de la legislatura.

Las juventudes del partido, los insurrectos Jusos bajo el liderazgo de Kevin Kühnert, están ejerciendo una dura presión a favor de precipitar elecciones anticipadas a pesar de la debilidad que el SPD muestra en las encuestas (13%) y que creen poder superar en cuanto se rompa la gran coalición y el partido se distancie de Merkel.

«Si queremos lograrlo de verdad necesitaremos a todos, no solo a los que nos han votado a nosotros», dijo anoche Esken tras conocerse el resultado y tratando de apuntalar la unidad del partido.

Al mismo tiempo que el Partido Socialdemócrata se reunía en Leipzig, en Braunschweig tuvo lugar este fin de semana un congreso del partido antieuropoeo y antiextranjeros Alternativa para Alemania (AfD), en el que fue renovada ayer la directiva.

En este caso y dentro de sus propios parámetros, la triunfadora es la moderación, puesto que uno de los menos radicales entre los suyos, Jörg Meuthen, fue reelegido por amplia mayoría, tras quedar prácticamente arrinconado el más radical entre sus rivales, Wolfgang Gedeon, al que la dirección ha tratado repetidamente de expulsar por sus declaraciones antisemitas y la acumulación de denuncias en su contra.

Meuthen ocupa una de las jefaturas del partido desde 2015, en los últimos años compartida con Alexander Gauland, con 78 años, quien abrió el congreso abogando por un «relevo generacional».

Para el puesto de copresidente fue elegido Tino Chrupalla, quien en las generales de 2017 fue el candidato más votado en su distrito, Görlitz, y que es una figura clave para la financiación del partido.

Y al tiempo que estos dos partidos alemanes se resetean, en la calle proliferan protestas este fin de semana. Desde el medio millón de manifestantes reunidos por Fridays for Future hasta los 4.000 activistas por el clima Ende Gelende, que ayer ocuparon minas de carbón en la cuenca de Lusacia y fueron desalojados por la policía, un nuevo movimiento de «desobediencia civil» contra la industria regional.

Los manifestantes, maquillados y vestidos de blanco, bloquearon las vías de la mina de Jänschwalde y ocuparon la mina de Welzow Süd.