Aumenta la presión sobre Mursi para que suspenda el referéndum y retire el «decretazo»

Instó, además, a que se detengan todas las huelgas y manifestaciones en el país «para proteger la sangre de los hijos de la patria y crear el ambiente necesario para que el diálogo tenga éxito y vuelva la seguridad a Egipto». Al Azhar cree que la situación debe resolverse «de tal manera que se garantice la unidad del país y la paz entre los ciudadanos », y condenó el uso de la violencia y el derramamiento de sangre.

Varios colaboradores del presidente han presentado su renuncia en los últimos días, a los que se ha sumado este jueves Rafiq Habib, vicepresidente copto del Partido Libertad y Justicia -el órgano político de los Hermanos Musulmanes-, que también es consejero de Mursi. Anoche, otros tres consejeros del mandatario anunciaron su dimisión por sus discrepancias con las últimas decisiones del mandatario y la violencia desatada junto al Palacio Presidencial.

Habib explicó en Facebook que su renuncia no está relacionada con los sucesos actuales ni se produce en protesta por las posturas de nadie, pese a que se produce en medio de la tensión existente en el país por los choques entre detractores y partidarios de Mursi.

Los consejeros Saif Abdelfatah , Ayman al Sayad y Amr Lizi hicieron ayer públicas sus renuncias, que fueron presentadas ante el presidente hace ya una semana, debido al llamado «decretazo» de Mursi, con el que blindó sus poderes ante la Justicia.

Cientos de seguidores de Mursi que anoche habían acampado en las inmediaciones del palacio presindencial para evitar las protestas de los contrarios al presidente se retiraron de la zona antes de que se cumpliese el plazo indicado por la Guardia Republicana .

Los agentes habían advertido de que evacuarían a todas las personas en ese lugar a partir de las dos de la tarde (hora española), según anunció la Presidencia egipcia en un comunicado. A primera hora de la tarde los cientos de manifestantes que quedaban se concentraban en las calles colindantes , fuera del perímetro establecido por las autoridades, que han prohibido cualquier manifestación en la zona después de los enfrentamientos entre opositores y seguidores del presidente, que dejaron al menos seis personas muertas y centenares de heridos.