Obama, Brown y Sarkozy cargan contra los crecientes engaños nucleares de Irán

En una breve y críptica carta remitida esta semana al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) con sede en Viena , el gobierno de Irán ha admitido que está construyendo “una nueva plana piloto” para enriquecimiento de uranio , supuestamente hasta un nivel del 5 por ciento bastante por debajo de lo requerido para la producción de cargas nucleares.

Según Obama, “Irán está rompiendo las reglas que todas las naciones están siguiendo”. Especialmente con sus nuevas instalaciones subter ráneas a las afueras de la localidad de Qom y que de acuerdo al presidente de Estados Unidos tienen “un tamaño y una configuración inconsistente con un programa pacífico”. Para el primer ministro británico no hay duda de que Irán está cometiendo “un engaño en serie”. Según Gordon Brown, “no nos vamos a olvidar de esta cuestión”.

La denuncia tripartita de Pittsburgh ha tenido lugar un día después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobase una resolución especial contra la proliferación de armas nucleares pero sin entrar en casos concretos para garantizarse un voto de consenso. Pero según dijo hoy el presidente francés, “¿cómo, ante los ojos del mundo, sería posible justificar nuestra reunión sin abordar estas cuestiones?”.

La presión diplomática contra las ambiciones nucleares de Irán estaría cobrando una especial fuerza desde que el gobierno de Rusia –uno de los principales valedores de Irán en el Consejo de Seguridad- indicase esta semana su disposición a respaldar una nueva ronda de sanciones. Esta espiral de tensiones tendrá su próximo capítulo en la cita negociadora con Irán prevista para el 1 de octubre.

La Casa Blanca ha insistido en que diversos servicios de inteligencia occidentales llevan tiempo siguiendo la pista de esta segunda planta secreta de enriquecimiento de uranio. Y esta semana han compartido su información con los responsables del OIEA. Con el agravante de que Irán es reincidente en ocultar la verdadera trascendencia de su programa nuclear, ocultado durante 18 años.

Se supone que en la actualidad Irán está produciendo uranio enriquecido en unos niveles de entre el 3 y el 5 por ciento, aplicable únicamente a la producción de energía. El uranio enriquecido para fines de terapias médicas debe llegar hasta un nivel del 20 por ciento. Mientras que la producción de cargas militares requiere un enriquecimiento del 90 por ciento.

La nueva planta, situada a unos 150 kilómetros al suroeste de Teherán, estaría destinada a albergar hasta 3.000 maquinas centrifugadoras para enriquecer uranio. Los responsables del programa nuclear iraní han confirmado también esta semana que se encuentran embarcados en la construcción de una nueva generación de centrifugadores, con capacidad para más que duplicar el ritmo de trabajo de las máquinas ya funcionamiento dentro de las instalaciones también subterráneas de Natanz.