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Un desequilibrado neonazi siembra el paraído nórdico con 92 cadáveres

Disparó durante 90 minutos contra los muchachos en la isla, dos horas después de que estallara el coche bomba en Oslo. La Policía no descarta posibles cómplices

Un desequilibrado neonazi siembra el paraído nórdico con 92 cadáveres afp

ENRIQUE SERBETO

El significado de la palabra conmoción no sería bastante para definir el estado en el que los sucesos del viernes han sumido a Noruega. Ni el silencio imponente en las calles de Oslo, ni los militares patrullando por sus calles, algo que en este país ... nadie ha visto en los últimos sesenta años, pueden dar una idea de la consternación en la que los noruegos se han hundido después de la masacre. Las dimensiones de la matanza de la isla de Utoya y la bomba contra las oficinas del Gobierno han hecho saltar en pedazos el sueño de un país apacible y feliz. La constatación de que el causante de tanto dolor ha sido precisamente un noruego —alto y rubio— de 32 años añade aún más estupor a los menos de cinco millones de habitantes de este país. Anders Behgring Breivik, que se define a si mismo como «cristiano» en las redes sociales que frecuentaba, es la persona que ha sido detenida acusada de haber colocado el coche bomba en el centro de la ciudad antes de ir a la isla de Utoya disfrazado de policía y armado.

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