EE.UU. no elevará su nivel de alerta a pesar del riesgo de represalias
La CIA e Interpol alertan del «riesgo de atentados» y los países occidentales refuerzan la seguridad de sus embajadas y misiones en el exterior
EE.UU. no elevará su nivel de alerta a pesar del riesgo de represalias
La secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano , ha afirmado hoy en Washington que el gobierno de Barack Obama no tiene previsto elevar los niveles de alerta antiterrorista tras la muerte de Osama Bin Laden , a pesar de la preocupación mundial por ... la posibilidad de represalias. Aún así, los niveles de seguridad en el metro de Nueva York se han elevado por temor a posibles atentados . El director de la CIA, Leon Panetta, ha declarado que aunque Bin Laden está muerto, «Al Qaida no lo está, y es casi seguro que intentarán vengar la muerte de su líder».
Nada más conocerse la muerte de Bin Laden a manos de un comando de los Navy Seals a 100 km. de la capital de Pakistán, Interpol pedía a todos sus Estados miembros que decreten «una vigilancia extra» ante un «riesgo terrorista incrementado por parte de terroristas de Al Qaeda o inspirados por Al Qaeda como resultado de la muerte de Bin Laden». «El terrorista más buscado del mundo ya no está, pero la muerte de Bin Laden no representa la desaparición de sus afiliados y de aquellos inspirados por Al Qaeda, que han realizado y seguirán realizando atentados terroristas en todo el mundo», ha prevenido el director de la agencia, Robert Noble.
El departamento de Estado de Estados Unidos ha elevado el nivel de alerta en sus embajadas y ha lanzado un aviso a los ciudadanos estadounidenses que se encuentren de viaje en puntos calientes: “Exhortamos a los nacionales de EE.UU. que estén en zonas donde los acontecimientos podrían causar violencia antiamericana a que restrinjan sus viajes fuera de sus casas y hoteles y que eviten las manifestaciones y congregaciones de masas”, dice la alerta lanzada por el departamento que dirige Hillary Clinton.
Desde El Cairo , en declaraciones a BBC Radio 4, el ministro de Exteriores, William Hague , ha insistido en la misma línea: «Podría haber sectores de Al Qaida que intenten demostrar en las próximas semanas que siguen activos , como de hecho están. Esta mañana he pedido a nuestras embajadas que revisen su seguridad».
En Francia , el ministro de Exteriores, Alain Juppé , ha sido muy claro en sus declaraciones a la radio Europe 1: «La estructura de Al Qaida sigue en pie, hay un número dos y un número tres de la organización . Lo hemos visto en Afganistán, donde una red ha sido desmantelada y enseguida es sustituida por una de remplazo», ha dicho. «Además, hay grupos descentralizados, que reivindican sus lazos con Al Qaida pero que gozan de autonomía, y que seguirán con su trabajo: la amenaza del terror no ha desaparecido así que debemos permanecer vigilantes».
La comprobación de que el terrorista más buscado se ocultaba en Pakistán, como muchos temían, ha encendido la tensión entre India y su país vecino, otro de los focos de posibles efectos secundarios de la operación que preocupa en las cancillerías occidentales. El ministro de Interior de la India -país que sufrió el atentado de Bombay en 2008-, Palaniappan Chidambaram , ha declarado que su «grave preocupación» porque Bin Laden haya sido abatido en Pakistán , «lo que subraya nuestra preocupación de que terroristas de diferentes organizaciones encuentran santuario en Pakistán».
Por su parte, el primer ministro de Kenia -cuya capital fue objeto de un atentado de Al Qaida en 1998 contra la embajada de EE.UU.- ha alertado sobre otro de los posibles focos inestables tras la noticia de hoy, Somalia. «La muerte de Bin Laden solo puede ser positiva para Kenia» , ha dicho, pero «necesitamos un gobierno estable en Somalia», país fronterizo por el norte con Kenia cuyo frágil gobierno controla menos territorio que las milicias de Al Shabab, aliadas de Al Qaida.
Entre los escenarios de posibles actos de venganza de Al Qaida o alguno de sus afiliados que mencionan los especialistas figuran las grandes ciudades occidentales, muchas de las cuales - Nueva York, Washington, Londres o Madrid - ya han sido escenarios de macro-atentados. Pero más vulnerables aún son los contingentes occidentales en países como Afganistán o Irak y , sobre todo, los cooperantes, turistas o funcionarios de agencias internacionales que trabajen estos días en países donde Al Qaida puede contar con bolsas de simpatías o comandos organizados. El área geográfica de esta amenaza cubriría un arco que va “de Dakar (capital de Senegal) a Kandahar”, en expresión de un alto responsable del ministerio de Defensa francés.
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