Míriam González, «viceprimera dama»

Hasta ahora no había habido especial relación entre Samantha Cameron y Míriam González. Durante la campaña electoral, Cameron indicó que por cuestiones generacionales y perfil modernizador había congeniado bien con Clegg las veces que se habían encontrado, pero indicó que no existía entre ellos ningún trato especial, ni tampoco los dos matrimonios había mantenido ningún encuentro «a cuatro». Ahora las dos parejas se verán con frecuencia, por el bien propio de la coalición de Gobierno, y la mujer de Clegg traspasará más de una vez el umbral del 10 de Downing Street.

La española siempre ha separado claramente la política de su esposo de la vida familiar de la pareja y de su trabajo profesional como abogada en un importante bufete de Londres, dedicada al comercio internacional. Durante la campaña aseguró su deseo de seguir trabajando, pero a las preguntas insistentes de los periodistas respondió que si su marido llegaba a primer ministro probablemente tendría que dejar su labor por el bien de la carrera política de Clegg. Quizás lo mismo pueda aplicarse en el caso de haber logrado el cargo de viceprimer ministro, por más que ella anticipó que su dedicación no incurriría en incompatibilidades ni riesgo de tráfico de influencias, pues los respectivos trabajos estaban bien delimitados.

Los Cameron tienen un niño y una niña y esperan un tercer hijo. Los Clegg cuenta con tres hijos, el más pequeño nació hace un año.