Los manifestantes toman el segundo aeropuerto de Bangkok
Las protestas antigubernamentales en Tailandia se trasladaron hoy del aeropuerto internacional de Suvarnabhumi, tomado desde ayer, al otro aeródromo de la capital, el de Don Muang, utilizado para los vuelos domésticos y sede provisional del Gobierno.
Sólo en el día de ayer, un total de ... 73 vuelos y unos 3. 000 pasajeros, la mayoría de ellos extranjeros, se vieron afectados por el cierre de Suvarnabhumi. Precisamente dieciséis vuelos internacionales fueron desviados a Don Muang ante la imposibilidad de aterrizar en el principal aeródromo.
Pese a la presión ejercida sobre el Ejecutivo, el primer ministro, Somchai Wongsawat, rechazó dimitir ayer en un discurso, lo que no hizo más que avivar la tensión originada por la Alianza Popular para la Democracia (PAD, por sus siglas en inglés). La formación opositora lleva meses reivindicando cambios en el Gobierno, ya que entienden que el primer ministro es una marioneta de su predecesor destituido.
Las explosiones, que la Policía cree que se debieron al lanzamiento de granadas, se produjeron esta madrugada cerca de un grupo de guardias de la Alianza del Pueblo para la Democracia (APD), organizadora de las protestas.
Además de las explosiones, al menos cinco ráfagas de disparos se oyeron en los alrededores de la sede del Ejecutivo esta madrugada.
Sin embargo, el que se ha convertido en cuartel general de la Alianza no estaba tan repleto de manifestantes como de costumbre, después de que éstos se trasladaran a los principales aeropuertos de la capital, que se han visto obligados a paralizar su actividad.
La revuelta atrapa a decenas de turistas españoles
Debido al cierre del aeropuerto internacional de Bangkok, ocupado por miles de opositores al Gobierno, los viajeros españoles fueron desviados al aeródromo de Don Muang, el antiguo aeropuerto de la capital tailandesa que se utiliza para algunos trayectos domésticos. Aunque los turistas españoles sufrieron un retraso considerable para ser desembarcados por el traslado de numerosos aviones a estas instalaciones, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores explicaron a la agencia Efe que habían sido conducidos sin problemas a sus hoteles.
Debido a la tensión que se vive en Tailandia, el Gobierno español recomienda no viajar ahora al país o, en caso de haberlo hecho ya, evitar las zonas donde se producen las manifestaciones de la oposición.
«Ruido de sables»
Y es que vuelve a escucharse el «ruido de sables» en Tailandia, sumida en una larga crisis política y prácticamente incomunicada con el resto del mundo desde que unos 8.000 partidarios de la oposición tomaran el martes por la noche el aeropuerto internacional de Bangkok para exigir la dimisión del primer ministro, Somchai Wongsawat.
Cuando éste regresó ayer de la cumbre en Lima del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), no sólo tuvo que aterrizar en la ciudad de Chiang Mai, al norte del país, porque los manifestantes habían ocupado la torre de control del aeropuerto de la capital, sino que se encontró una atípica «sugerencia» del comandante en jefe del Ejército. El poderoso general Anupong Paochinda le recomendaba al Ejecutivo «darle al pueblo una oportunidad para que decida con unas nuevas elecciones»
Aunque los militares han pedido a los manifestantes que desalojen el aeropuerto de Suvarnabhumi y han insistido en que no protagonizarán un golpe de Estado, dicho llamamiento indica que no van a hacer nada para salvar al Gobierno del acoso de la oposición.
El primer ministro Somchai dijo anoche que su Gobierno, «es legítimo porque ha sido elegido democráticamente y continuará hasta el final».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete