Macron supera por primera vez a Le Pen en la primera vuelta, según un sondeo

Según el mismo sondeo, el candidato del PS, Benoît Hamon, apenas tiene hoy un 13 % de intenciones de voto, en la primera vuelta, seguido de Jean-Luc Mélenchon (candidato del PCF y varios grupúsculos izquierdistas) con un 12 % de intenciones de votos.

El sondeo de FT anuncia la posible victoria definitiva de Macron, ex ministro de Economía de François Hollande, en la segunda vuelta, con un 65 % de intenciones de voto, derrotando finalmente a Le Pen, que solo conseguiría un 35 % de voto en la vuelta definitiva.

El sondeo de FT es el primero y el único que anuncia que Macron gana a Le Pen ya en la primera vuelta. Se trata de una novedad quizá significativa. El resto de los institutos de opinión siguen anunciando la eliminación de Fillon y victoria de Le Pen en la primera ronda, y la victoria final de Macron el 7 de mayo.

A cuarenta y cuatro días de la primera vuelta, todos los sondeos insisten en una duda de fondo: un importante número de indecisos, que oscila entre el 20 y el 30 % del electorado ; y un número todavía más numeroso de electores dispuestos a cambiar sus intenciones de voto, en función de la marcha de la campaña, los últimos días. Esa incertidumbre esencial debieran clarificarse o crecer, en función de las maniobras tácticas de los tres grandes candidatos.

Macron, el candidato favorito, se está beneficiando del apoyo de un número creciente de personalidades, ministros y ex ministros socialistas, próximos a François Hollande. Se trata de un apoyo de doble filo. A juicio de Frédéric Dabi, director del IFOP (Instituto Francés de Opinión Pública), el apoyo de ministros socialistas puede incrementar las intenciones de voto de electores de izquierda moderada a favor de Macron; pero le puede retirar el apoyo de electores de centro derecha.

A la derecha François Fillon intenta un “recentraje” de otra naturaleza, reorganizando su campaña, para intentar captar al voto centrista y moderado. François Baroin, ex ministro, conservador moderado, formará con Fillon un “ticket” de centro derecha. Las familias centristas, por su parte, están negociando con Fillon su “vuelta al redil”, tras la estampida del “Penelopegate”, el escándalo de los presuntos empleos ficticios de los que se habrían beneficiando Penelope Fillon y dos de sus hijos.

Incluso Marine Le Pen está “recentrando” su campaña . Promesas capitales, como el Frexit, la salida de Francia de la UE, y la “ruptura” francesa con el mando militar integrado de la Alianza Atlántica, se están diluyendo con “matizaciones” de muy diversa índole. La candidata de extrema derecha insiste ahora menos en el Frexit que en una “gran renegociación” de Francia con la UE; sin insistir, tampoco, en la convocatoria de un referéndum nacional destinada a “exigir” la salida de la Unión.

A seis semanas de la primera vuelta, Le Pen intenta evitar la fuga de electores inquietos por el Frexit, Fillon intenta reconstruir el núcleo conservador de la Francia profunda inquieto por el “Penelopegate”, y Macron intenta evitar la fragmentación y huida de un electorado muy heteróclito, que va teóricamente de la “izquierda caviar” al centro izquierda.