«Irene» llega como tormenta tropical hasta una Nueva York paralizada
Los daños registrados se limitan a cortes en el suministro eléctrico e inundaciones en algunos sectores
maría g. picatoste
Nueva York amaneció en silencio, con las calles vacías, y cubierta por un manto de nubes tan oscuro como la noche que acababa de despedir. «Irene» , el huracán para el que la ciudad había comenzado a prepararse desde el viernes con la evacuación ... del sur de Manhattan y otras áreas costeras, alcanzó Nueva York como un huracán de categoría 1, la mínima en la escala de intensidad Saffir-Simpson. A las nueve de la mañana del domingo (hora local) el vértice del huracán se desplazó sobre la ciudad y dos horas después fue degradado a tormenta tropical por el Centro Nacional de Huracanes cuando la fuerza de sus vientos bajó de 119 kilómetros por hora, el mínimo para ser considerado como tal.
«Nuestra preocupación es asegurar que la única consecuencia es una situación incómoda y quizá algunos destrozos». Con esas palabras se dirigió Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York, a los ciudadanos horas antes de que «Irene» llegase a Nueva York. Y así fue.
«Irene», la primera tormenta que desde 1985 ha conseguido provocar en Nueva York tal nivel de alarma, supuso algunas incomodidades como el cierre de sus aeropuertos y la cancelación de más de 9.500 vuelos, los cortes en carreteras y la pérdida del suministro eléctrico en Long Island y en el sur de Manhattan, zona que quedó cubierta por 30 centímetros de agua. La lluvia también anegó otras áreas de la ciudad como Staten Island donde alcanzó 1,5 metros y el puerto de Nueva York, donde ascendió hasta a 1,2 metros.
El alcalde Bloomberg, que ante todo quería evitar la pérdida de vidas humanas, había ordenado la evacuación forzosa de unas 370.000 personas. De toda esa población desplazada, cerca de 9.500 neoyorquinos pasaron la noche del sábado en los refugios habilitados para la ocasión. Los ciudadanos que residían en las zonas seguras tuvieron pocas opciones salvo quedarse en casa. Los bares y cafés de la ciudad estaban cerrados, los teatros cancelaron sus espectáculos y los eventos deportivos fueron pospuestos. Esto sumado a la suspensión de todo transporte público , algo que tuvo lugar por primera vez en la historia de la ciudad, y el establecimiento de unas tarifas de taxi irrisoriamente elevadas dejaron desiertas las calles de Nueva York.
Las autoridades de la ciudad anunciaron al mediodía del domingo que la orden de evacuación sería levantada a las 15:00 hora local y que el servicio del transporte público quedaría restaurado en cuanto concluyese un exhaustivo repaso de la seguridad de todas las vías. Aún así la MTA, institución encargada del transporte en el área metropolitana de Nueva York , no pudó garantizar que aquellos que necesiten trasladarse a la ciudad durante el lunes puedan hacerlo aún con normalidad . Los aeropuertos, que permanecieron cerrados durante todo el domingo, anunciaron la reapertura del tráfico aéreo nacional e internacional a partir del lunes.
Como la ciudad no sufrió graves daños materiales, quedó previsto que las calles recuperasen la normalidad en cuanto los equipos de limpieza retirasen los restos de árboles y se completase el drenaje de las zonas inundadas.
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