El FBI investigará si el suicidio de Epstein fue un «error de procedimiento»

Epstein estaba en prisión preventiva a la espera de juicio por un caso de abuso sexual y de trata de menores. Ese caso, de momento, sigue abierto, según dijo el fin de semana el fiscal Geoffrey Berman, que participa en la instrucción.

Varias mujeres han acusado a Epstein no sólo de pagarles por sexo cuando eran menores, sino también de haberlas explotado para ofrecer favores sexuales a políticos, empresarios y abogados de todo el mundo, para luego chantajearles. Una de ellas, Virginia Giuffre, hizo público el viernes un dossier con 2.000 páginas dando abundantes detalles de esos supuestos delitos ocurridos en propiedades de Epstein.

El fiscal general –ministro de Justicia– de EE.UU. admitió después de la muerte de Epstein que esta está plagada de irregularidades que ahora deben aclararse . «Tras la muerte del señor Epstein han quedado una serie de incógnitas sobre las que vamos a trabajar», dijo William Barr en un comunicado.

Otros han ido más lejos, como el senador republicano Ben Sasse, quien ha pedido a la Casa Blanca que «rueden cabezas» porque era obvio «que existía la posibilidad del suicidio del reo ». Aunque Epstein, de 66 años, había estado bajo estricta vigilancia esta se le había retirado hacía apenas unos días.

Si los protocolos de prevención de suicidio hubieran estado en pie, Esptein hubiera tenido un compañero de celda y un guarda debería haberle vigilado cada 30 minutos. Ahora el FBI, la policía judicial, deberá investigar cómo y por qué se decididió dejarle solo en un régimen más laxo.

En 2008 Epstein llegó a un acuerdo con la fiscalía de Florida para pasar 13 meses en prisión por las acusaciones de explotación sexual en su contra, que vienen ya de lejos. Las mujeres que le acusan llevaban una década protestando por lo que consideran una dejación de funciones de la fiscalía en aquel primer caso. Finalmente, lograron que el caso se reabriera en Nueva York , con nuevas demandantes y nuevas alegaciones. Epstein fue arrestado en un aeropuerto de Nueva Jérsey el 6 de julio.

Las extrañas circunstancias de la muere del millonario han dado pie a toda una serie de teorías de la conspiración en redes sociales, sobre todo por la vieja amistad que el fallecido tuvo en el pasado con hombres poderosos como Bill Clinton o Donald Trump.

El propio presidente de EE.UU., que mantiene que no hablaba con Epstein desde hacía décadas, compartió el sábado en Twitter mensajes de otros usuarios en los que se insinuaba que los Clinton podrían haber organizado la muerte en prisión para impedir un nuevo escándalo de índole sexual. No hay ni un solo indicio, sin embargo, de que esas acusaciones sean realmente ciertas.