Sarkozy y Hollande vuelven a utilizar a España como arma arrojadiza en Francia y Europa

Por vez primera, el presidente y el candidato socialista a la jefatura del Elíseo protagonizaron la noche del jueves un gran duelo “diferido”, ante millones de telespectadores, en el mismo programa de televisión.

Sarkozy había deseado que se tratase de un duelo directo, un enfrentamiento cara a cara. Hollande lo rechazó. Ese duelo queda aplazado hasta el próximo 2 de mayo. La noche del jueves se trataba de un duelo “diferido”: ambos candidatos fueron interrogados en el mismo programa de France 2 (primer canal público). Uno primero, Hollande. Y otro después, Sarkozy.

Ambos escenificaron el duelo “diferido”, con grandes diferencias de fondo y puntos esenciales en común. Sarkozy y Hollande comparten la misma reserva inconfesable hacia Europa. Ambos candidatos necesitan conquistar a los mismos electores centristas y de extrema derecha.

Ante Europa , Sarkozy estima que es necesario restaurar las fronteras de la UE, para poner coto a la inmigración ilegal y para frenar las exportaciones de países no europeos. Sarkozy estima que España es víctima de la experiencia socialista: “No quiero para Francia la situación de España...”

Ante Europa, Hollande desea renegociar el Pacto europeo de estabilidad, y también piensa que España se encuentra en un estado catastrófico. Sin embargo, el candidato socialista parece aludir a Mariano Rajoy cuando afirma: “Algunos gobiernos del sur de Europa que no son socialistas parecen compartir mi deseo de negociar un pacto de crecimiento, para acabar con la austeridad con políticas más flexibles”.

Sarkozy y Hollande comparten un punto de vista esencial: Europa debe “proteger” a los franceses, para hacer más llevadera la futura disciplina fiscal de inspiración alemana.

Para poder ganar la segunda vuelta presidencial, el presidente y el candidato socialista avanzaron la misma estrategia ante los electores centristas y de extrema derecha.

Sarkozy y Hollande prometen una reforma “rápida” del modelo electoral, para permitir la creación de un grupo parlamentario en las elecciones legislativas de mediados de junio próximo. Presidente y candidato socialista esperan seducir a François Bayrou y sus electores centristas.

Presidente y Hollande “tienden la mano” a los electores de extrema derecha. Pero el candidato socialista juega con una ventaja excepcional. Hollande y el PS se apoyarán y votarán unidos con el Frente de izquierda (PCF y otras izquierdas) en las elecciones legislativas de junio. La unión de las izquierdas favorecerá un nuevo triunfo socialista.

Marine Le Pen ha lanzado a Sarkozy esta pregunta: “¿Votarán los candidatos de Sarkozy por los candidatos del Frente Nacional en la segunda vuelta de las elecciones legislativas...?”. Sarkozy responde: “No hay ni habrá acuerdo con la extrema derecha”. Esa división y enfrentamiento entre conservadores y ultraconservadores favorecerá la elección de diputados socialistas en las próximas elecciones legislativas, tercera vuelta de la elección presidencial del 6 de mayo.