El Gobierno Hollande se enfrenta a sus primeros problemas: más de 45.000 empleos amenazados
El primer ministro Ayrault y el responsable de la Recuperación Industrial, Arnaud Montebourg, reciben a sindicatos y patronales
j. p. quiñonero
Ante los riesgos de agravación de la crisis social, el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault , recibe este martes a ocho centrales sindicales y organizaciones patronales, que temen, respectivamente, la pérdida de 45.000 empleos en el sector industrial y un incremento de ... 22.000 millones de nuevas cargas fiscales. A los veinte días de la elección de François Hollande como presidente de la República , la CGT (sindicato históricamente próximo al PCF), hizo público este lunes un «documento de trabajo» advirtiendo al Gobierno que, según sus previsiones, medio centenar de grandes y medianas empresas tienen en estudio proyectos de reforma y reestructuración que podrían suponer la pérdida de 45.000 empleos industriales.
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Para intentar responder a tal inquietud, Ayrault recibirá a los sindicatos y la patronal acompañado de Arnaud de Montebourg , ministro para la Recuperación Industrial. Dos semanas después de su nombramiento al frente de un ministerio de nuevo cuño, siguen sin conocerse las atribuciones concretas de un ministro partidario de un «proteccionismo europeo inteligente», agresivamente hostil a la mundialización. La pareja Ayraut-Montebourg recibe a cinco centrales sindicales, CFDT, CGT, FO, CGC y CFTC, y tres organizaciones patronales, MEDEF, CGPME y UPA.
Promesas electorales
Por parte sindical, la inquietud ante la desaparición «masiva» de puestos de trabajo en el sector industrial coincide con la «urgencia» en el recuerdo de las promesas electorales: restauración condicional de la jubilación a los 60 años y aumento del salario mínimo .
Por parte patronal, Laurence Parisot , presidenta del Movimiento de las empresas de Francia (Medef), insiste en un solo punto, crucial: «La aplicación más o menos rápida de las promesas electorales supondrá un aumento de unos 22.000 millones de euros de cargas sociales y fiscales. En tiempos de crisis, esas nuevas cargas fiscales pueden tener un alcance muy negativo para la creación de riqueza y empleo».
Ante ese clima de tensión apenas larvada, la prensa financiera insiste en el fantasma de una degradación de la cota financiera de Francia. «La Tribune» consagra a ese problema de fondo sus cinco primeras páginas, advirtiendo que, en verdad, el primer gobierno de Hollande solo tiene unas semanas para enviar a la comunidad financiera internacional mensajes de credibilidad presupuestaria : «Francia se verá muy pronto enfrentada a la histórica decisión de tener que reducir su nivel de vida».
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