El socialista Hollande pierde fuerza frente a Sarkozy

Los sondeos siguen siendo negativos para Sarkozy. Pero el comportamiento ante las crisis del euro, la deuda y Europa parece estar cambiado la tendencia. A mediados de octubre, apenas un 32% de franceses decían tener confianza en Sarkozy, cuando un 65% decían desconfiar de su gestión. Un mes más tarde, tras el estallido de la tormenta que sigue amenazando la credibilidad del euro, los sondeos han dado un giro importante, el primero en varios años: un 56% de confianza y un 40% de desconfianza.

Los institutos de opinión Ipsos, CSA, BVA, Harris, Opinion Way coinciden en el pronóstico de fondo: « Estamos asistiendo a un giro de tendencia ». Giro que afecta negativamente al candidato socialista. A mediados de octubre, Hollande se beneficiaba de un 56% de opiniones positivas, contra un 40% de opiniones negativas. Un mes más tarde, Hollande pierde 5 puntos de confianza , cuando crecen en otro 5% las opiniones negativas.

¿Qué ha ocurrido entre el 10 de octubre y el 10 de noviembre? Aparentemente, la pasividad de Hollande es muy mal percibida. Por el contrario, el activismo internacional de Sarkozy, junto a Angela Merkel y Barack Obama , parece incrementar la confianza en un hombre de Estado. A cinco meses de la primera vuelta de las próximas elecciones presidenciales, nada está jugado. La evidencia es que la lucha contra la crisis, la credibilidad personal como posibles gestores de la crisis, quizá será determinante en la recta final, cuando la proliferación de candidatos amenaza por igual a Sarkozy y Hollande .

Marine Le Pen sigue siendo la gran amenaza potencial contra Sarkozy. Si la candidata de extrema derecha consiguiera imponerse en la primera vuelta, ese voto extremista podría eliminar al conservador. Además, los candidatos de extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon , y la ecologista, Eva Joly , comienzan a convertirse en amenazas potenciales contra el candidato socialista.

Antiguo socialista, apoyado por el PCF, Mélenchon encarna las aspiraciones de los nacionalistas de izquierda , hostiles a la UE, el euro y la sociedad liberal. Están haciendo campaña contra el «conformismo inmovilista» del candidato socialista. Eva Joly , por su parte, hace campaña por el abandono «inmediato» de la energía nuclear en Francia, un país donde el 77 por ciento de la energía consumida es de origen nuclear.

El fuego cruzado de unos y otros puede ser catastrófico para los dos grandes candidatos, conservador y socialista. El cambio aparente en los estudios de opinión parece sugerir que Sarkozy pudiera beneficiarse de su gestión de las crisis en curso. Veremos.