Francia está más protegida desde el 13-N

La participación aérea francesa en la operaciones de la coalición liderada por Estados Unidos y Arabia Saudí, desde 2014, sigue su curso, con resultados que no son determinantes , por ahora al menos. Por el contrario, son tangibles y aparentemente sustanciales los resultados de un número impresionante de acciones policiales de emergencia, desde hace un año.

Tras los atentados que siguieron a la matanza en la redacción del semanario satírico «Charlie Hebdo» , a primeros de enero 2015, el Gobierno francés anunció un programa de acción con el que tenía previsto invertir unos 425 millones de euros , para dotar de más medios a las fuerzas de seguridad, anunciándose entonces la creación de varios millares de empleos policiales y militares.

Tras los atentados del mes de noviembre se confirmaron los créditos presupuestarios, con un despliegue policial y militar de gran envergadura. A finales del año pasado, más de 10.000 soldados continuaban desplegados en puntos estratégicos de toda Francia, con fines preventivos. A esos efectivos estrictamente militares -muy visibles en París en muchos lugares públicos -, es necesario añadir otros 4.700 policías y gendarmes, desplegados en entre 700 y 850 puntos sensibles en toda Francia. El presidente Hollande anunció un refuerzo de más de 1.600 soldados tras la matanza de Bruselas.

Un despliegue policial y militar de tal envergadura, sin precedentes en la lucha contra el terrorismo , ha tenido resultados aritméticamente importantes. Tras la declaración del estado de emergencia, el mes de noviembre pasado, los distintos servicios policiales y antiterroristas han realizado (hasta mediados de enero pasado) unos 3.189 registros, seguidos de 541 incautaciones de armas y 406 confinamientos de sospechosos ¿Cuántos yihadistas han sido detenidos? Policial judicial y autoridades guardan un discreto silencio al respecto, insistiendo en otros aspectos, igualmente sustanciales.

Entre las armas incautadas hay de todo: explosivos, armas ligeras, fusiles de asalto. La instrucción, proceso y eventual condena de varios centenares de sospechosos permitirá seguir nuevas pistas.

En el momento álgido de la última crisis francesa, el presidente Hollande anunció una reforma de la Constitución, destinada a privar de nacionalidad a los asesinos terroristas. Tres meses después, el proyecto de reforma continúa empantanado , entre el Senado y la Asamblea Nacional (las dos cámaras del modelo parlamentario francés), que hacen lecturas diferentes y enfrentadas del mismo proyecto. Los más eminentes especialistas dicen temer que la reforma constitucional, destinada a privar de nacionalidad de los terroristas, termine siendo un fracaso para Hollande.