Los abstencionistas y la extrema derecha darán la victoria al presidente de Francia

Conscientes de tal amenaza potencial, Nicolas Sarkozy y François Hollande relativizan la evolución de unos sondeos que tienen un margen de incertidumbre relativamente alto.

Sarkozy y Hollande continúan cotizándose como posibles ganadores de la primera vuelta. Hasta el viernes, los sondeos anunciaban la victoria del candidato presidente. Desde la tarde del viernes, los sondeos vuelven a pronosticar la victoria de Hollande en la primera y la segunda vuelta.

Sin embargo, las intenciones de voto de la extrema derecha , la izquierda de la izquierda y el centro pudieran complicar tales previsiones, con una abstención de efectos imprevisibles, para todos.

Marine Le Pen (extrema derecha) cuenta con un 16 o un 17 por ciento de intenciones de voto en la primera vuelta. Si esos electores votaran masivamente a Sarkozy, en la segunda vuelta, el candidato presidente podría recibir una empujón decisivo. Históricamente, sin embargo, una parte de los electores de extrema derecha prefieren votar socialista en la segunda vuelta. En bastante medida, abstencionistas y extrema derecha darán la victoria al nuevo o el mismo presidente de Francia.

El candidato comunista, Jean-Luc Mélenchon, tiene unas intenciones de voto muy similares , en la primera vuelta. Sarkozy no puede esperar nada de ese electorado, que votará socialista, masivamente, en la segunda vuelta.

François Bayrou (centro) y Eva Joly (ecologista) cuentan respectivamente con poco menos del 10 y el 7 % de los votos de la primera vuelta. Los ecologistas votarán socialista, seguro, en la segunda vuelta. Mientras que los electores centristas son una gran incógnita, que Sarkozy intenta conquistar con «guiños» de muy diversa índole.

Ante un cóctel tan inestable, los abstencionistas son un «pozo» o «capital potencial» muy atractivo para Sarkozy y para Hollande.

A ellos se dirigirán los dos grandes candidatos con dos mitines excepcionales , en París, este domingo . En la plaza de la Concorde -la plaza donde estuvo instalada la guillotina, en 1793- Sarkozy intentará «ligar» con la Francia profunda y callada poco atraída por una campaña «de abueletes», como comenta el filósofo Michel Serres. En la esplanada del castillo de Vincennes, otro lugar histórico, Hollande intentará «federar» a todas las izquierdas. La batalla de París iniciará la recta final de la primera vuelta, el domingo día 22.