Felipe González pide no renunciar al federalismo europeo pese al Brexit

Felipe González comenzó su intervención afirmando que, como europeísta , los 60 años de la firma del tratado de dio origen a la Unión Europea (UE) son motivo de «conmemoración y celebración». Pero a la hora de hablar sobre el futuro de la Unión, confió en que la salida del Reino Unido «se resuelva bien». Si se convertirá en «vacuna o contagio dependerá de que Europa sea capaz de defender un elemento esencial de su identidad, la movilidad de sus ciudadanos , que no pueden ser menospreciados, maltratados o discriminados dentro de las fronteras europeas».

González recordó que, como presidente del Gobierno (1982-1996), le tocó vivir la «década de la galopada europea» (1985-1995). España ingresó en la UE en 1986, durante su mandato. «Fue el momento -reiteró- en que los españoles nos reconciliamos con nuestro pasaporte».

Pero hoy el proyecto europeo encara otros problemas y apostó por el «análisis crítico» aunque beneficie a los populismos. Sobre si es posible el fin de la UE si Marine Le Pen, la candidata de la extrema derecha, llega a la presidencia de Francia , González respondió que «no estoy seguro de si sería o no su fin, pero es bastante probable que sí». «Entre otras cosas -continuó- porque lo cree Putin» , quien acaba de demostrar que Le Pen es «su candidata» .

El político socialista cree que hay que preguntarse «qué hemos hecho mal para que ese espacio del populismo crezca tanto y contamine nuestro propio discurso». De todos modos, confía en que el Frente Nacional no llegue al Palacio del Elíseo porque sus rivales se unirán para que pierda la segunda vuelta del próximo mayo. Si llega a funcionar lo que se llama «pacto republicano» contra Marine Le Pen, Felipe González advierte de que será «la última vez» que sea efectivo.

En cuanto al desafío populista del presidente de Estados Unidos, González alertó que «hay que tomarse en serio que lo que dice Trump, lo va a hacer; no porque tenga un programa, tiene pulsiones y ya está demostrado que sus pulsiones van a seguir adelante». Sugiere entonces no enfrentarse al jefe de la Casa Blanca «de macho alfa a macho alfa». «No hay que reaccionar como él, es absurdo» , remata. Apuesta, por último, por responder «con firmeza» a los presidentes de Rusia y Estados Unidos, unidos en su «animadversión» hacia la Unión Europea.