La extrema derecha casi ha triplicado sus votos desde 1988

En Francia, los institutos de opinión no se han equivocado nunca desde que el presidente de la República es elegido a través del sufragio universal (1965, tras la reforma institucional de 1962). Con un margen de error oficioso del 2 al 3 por ciento. Todos los institutos avanzan el mismo y posible resultado . Tras esa relación 60/59 contra 40/ 41 se calla y oculta la ascensión vertiginosa de Le Pen, en todas las elecciones locales, regionales, estatales y presidenciales.

Siendo la elección presidencial la columna vertebral del modelo político francés, la evolución del voto de extrema derecha refleja con precisión la ascensión y triunfo personal de Marine Le Pen.

Pierda o gane, artiméticamente, el domingo día 7, Marine Le Pen conseguirá el voto de 10 a 12 millones franceses. Un crecimiento espectacular desde los 4,38 millones de votos que obtuvo su padre en 1988. El apoyo electoral a la extrema derecha más importante de la historia de Francia y quizá de Europa. Gane o pierda Le Pen habrá instalado a la extrema derecha en el corazón político de Francia. Y podrá aspirar a entrar en la nueva Asamblea Nacional, con 30, 40 ó 50 diputados.

¿Dónde y cómo ha crecido el Frente Nacional (FN) de la familia Le Pen? La geografía política del voto de extrema derecha está bien estudiada. Le Pen ha crecido y continúa creciendo en las regiones víctimas de la crisis (norte y este), en las regiones y suburbios donde la inmigración multicultural crea problemas de todo tipo.

Ante el voto final, la geografía del voto mayoritario de Emmanuel Macron se confunde con la geografía que confía en Europa y la mundialización (París, grandes metrópolis con mucha tecnología, como Toulouse, Lyon o Burdeos). El candidato favorito de la victoria electoral se beneficia de los votos de izquierda y derecha confiados y relativamente optimistas ante la zona euro , la UE y los intercambios comerciales en la nueva geografía económica mundial.

Le Pen ha sabido atraer a todos los votos antisistema , de izquierda y derecha. Utilizando una terminología económica de la más profunda tradición comunista, anticapitalista, ha conseguido atraer el voto obrero que en otro tiempo votaba a las izquierdas. Utilizando la terminología política de la extrema izquierda ha conseguido atraer a una parte del voto radical populista bolivariano. Cuando Le Pen afirma que «los patriotas debemos impedir un nuevo golpe de Estado de la finanza» se está dirigiendo con éxito a varios electorados complementarios: los ultranacionalistas conservadores partidarios del búnker estatal, y los jóvenes anti sistema hostiles a la austeridad de la zona euro.

Así, pues, la victoria o derrota de la pareja de Emmanuel Macron y / o Marine Le Pen ilumina un paisaje de ruinas políticas donde la extrema derecha ha crecido de modo vertiginoso .