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Éxodo rohingya a ninguna parte

Hacinados en campos que ya son auténticas ciudades de chozas, los refugiados lamentan su condición de parias globales

En su choza del campo de refugiados de Kutupalong, el rohingya Mohammad Jalil enseña un documento de Birmania donde reza que es un musulmán de Bangladés, ya que se les niega la ciudadanía Pablo M. Díez
Pablo M. Díez

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Con los ojos idos como posesos, la multitud se abalanza desesperada sobre los puestos del reparto de comida. Impotentes, los soldados intentan frenarlos a palos con cañas de madera entre el polvo que levantan sus carreras. Llorando bajo un sol abrasador, los niños esperan en ... cuclillas a que les permitan llenar sus platos con un puñado de arroz.

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