Erdogán desvela sus planes para construir un segundo Bósforo

La finalidad es aliviar el intenso tráfico naval en el Bósforo , con el consiguiente riesgo de accidente: ha habido más de 300 colisiones de diverso grado desde 1988. Preocupan especialmente los petroleros: por este estrecho cruzan 1’85 millones de barriles de petróleo al día, el 2 % de la demanda mundial. En caso de producirse un gran derrame de crudo, las consecuencias para Estambul (donde se concentra el 40 % de la riqueza de Turquía) serían devastadoras.

La idea del canal no es tan nueva: ya se habló de ella en época otomana, y el propio Erdogán asegura haber estado dándole vueltas al asunto desde su época como alcalde de Estambul. “Desde que me convertí en primer ministro, he estado recorriendo el área en helicóptero con el ministro de transporte y el alcalde. Hemos decidido que Turquía tiene la capacidad de llevar a cabo este proyecto ”, dijo ayer Erdogán, en el acto de presentación del denominado Kanal Istanbul (“Canal Estambul”, en turco). “No tenemos problemas para financiarlo”, aseguró el primer ministro. No obstante, todavía se desconocen los costes estimados para la obra.

“Nos dijimos que Turquía se merece entrar en el año 2023 con este gran, loco y maravilloso proyecto”, aseguró Erdogán. Ese año se cumple el centenario de la creación de la República de Turquía , y es la fecha en la que se prevé que esté terminada la obra.

Comparada con otras obras similares, la extensión sería modesta: casi 50 kilómetros , frente a los 80 kilómetros del Canal de Panamá o los 163 de Suez. No obstante, a diferencia de los anteriores, que ampliaron un acceso más o menos preexistente, en este caso el proyecto creará la vía desde cero, en una zona que incluye pequeñas montañas y orografía moderada.

“Hay incontables ciudades en el mundo atravesadas por un río. Pero la única con un mar que la cruza es Estambul. Con nuestro proyecto, Estambul se convertirá en una ciudad atravesada por dos mares ”, ha indicado Erdogán.

Pero, por eso mismo, abundan las críticas. “Se crearán dos penínsulas y una isla”, ha dicho Erdogán, lo que alterará sensiblemente el ecosistema, enclaustrando a la fauna de manera artificial. Varios parques naturales hasta ahora protegidos se verán afectados. El proyecto destruiría también diversos yacimientos arqueológicos , puesto que atraviesa las antiguas murallas del emperador bizantino Anastasio. Y está, además, el peligro de terremotos: una perforación como la prevista (de hasta 150 metros de profundidad en algunos puntos) podría aumentar los riesgos sísmicos en una zona ya de por sí altamente crítica.

“¿Si es viable? En realidad, con tiempo y dinero, todo puede hacerse. Pero eso no quita para que sea una barbaridad”, explica a ABC un arquitecto español residente en Estambul, que prefiere no dar su nombre. “Va a ser un desastre ecológico y es incluso inmoral, porque la ciudad tiene muchísimos problemas más importantes de los que ocuparse como para despilfarrar los recursos y la enorme cantidad de dinero que va a costar este proyecto”, asegura.

Por su parte, el jefe de la oposición , Kemal Kiliçdaroglu, del Partido Republicano (CHP, kemalista), ha arremetido duramente contra el proyecto, diciendo que “el elemento humano no aparece por ningún sitio”, y que toda la preocupación de Erdogán es “hacer más ricos a sus partidarios, ver cómo pueden hacerse con nuevos contratos”. “En este país no necesitamos “hombres locos”, necesitamos hombres que piensen ”, ha declarado.