EE.UU. golpea a Daesh con la muerte de su jefe financiero

Confirmada el pasado jueves, aunque el coronel norteamericano no desveló de qué forma, la muerte de Abu Saleh supone un nuevo golpe en el corazón financiero de la organización, uno de los principales objetivos estratégicos de la campaña militar estadounidense. Los ataques de la coalición han matado ya a tres responsables financieros de Daesh en apenas tres meses, algo que se encargó de resaltar el portavoz estadounidense: «Matándole a él y a sus predecesores estamos limitando su talento y conocimiento para que puedan coordinarse internamente en su labor de captación de fondos».

La financiación de la organización yihadista, uno de los caballos de batalla de Estados Unidos y de toda la coalición, ha sido fundamental hasta ahora para el fortalecimieno y expansión de Daesh. Mediante un sistema que los terroristas heredaron de los miembros de Al Qaida, se calcula que sus ingresos procedentes de la venta de petróleo en el mercado negro , crudo que procede de los pozos capturados en Irak y Siria, rondan los 1.000 millones de dólares. «A ello hay que sumar muchos millones más» que obtienen mediante la extorsión de los habitantes de aquellas poblaciones que conquistan, según explica Adam Szubin, miembro de la inteligencia dedicado a las finanzas del terrorismo.

Mientras, en Estados Unidos el impacto del ataque de San Bernardino ha dejado secuelas en la opinión pública. Uno de cada cinco norteamericanos sitúa el terrorismo como principal preocupación, un nivel de inquietud que no se vivía desde los meses posteriores a los ataques del 11-S, en el año 2001. Si hace sólo un mes, apenas un 4 por ciento reconocían ese grado de preocupación, el asesinato de 14 personas en California a manos del matrimonio yihadista ha disparado el ratio al 19 por ciento. A ello hay que sumar la tensión añadida por el aspirante republicano Donald Trump con su propuesta de cerrar las fronteras a los musulmanes, que se ha colado como principal asunto de discusión.