EE.UU. condena por primera vez el genocidio armenio

Una poco común confluencia de hechos permitió esta votación del martes en la Cámara de Representantes: desde enero esta cuenta con mayoría demócrata; el Gobierno de Turquía intentó invadir el norte de Siria para expulsar de allí a los kurdos, y la Casa Blanca de Donald Trump ha retirado las tropas norteamericanas de esa misma área. Se trata, ante todo, de una reprobación al repliegue militar de Trump.

La resolución fija como irrefutables cifras que el Gobierno turco disputa: entre 1915 y 1923 el Imperio Otomano, precursor de la Turquía moderna, aniquiló de forma sistemática a 1 ,5 millones de armenios. Instan los diputados a la Casa Blanca a «conmemorar el genocidio armenio» y «negar que dicho genocidio no existiera».

En varias ocasiones a lo largo de las décadas el Capitolio sometió a votación resoluciones similares, pero siempre las bloqueó el Gobierno turco, que niega que ese genocidio se produjera. Sólo después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan , consiguiera la retirada de las tropas norteamericanas de Siria para invadir territorio kurdo ha prosperado esta condena.

Un 97% de diputados votó «sí». Los 11 que se opusieron son republicanos que creen mejor no incordiar a un socio de la OTAN como Turquía. De los tres que se abstuvieron, ha llamado la atención la diputada demócrata Omar, habitual crítica de cualquier exceso contra el derecho humanitario, pero que en este caso cree que «el reconocimiento de un genocidio no puede ser un arma política».

Según se justifica Omar en un comunicado: «Un verdadero reconocimiento de los crímenes contra la humanidad debe incluir los deleznables genocidios del siglo XX, pero también los exterminios masivos previos, como el comercio de esclavos trasatlántico o el genocidio de los pueblos nativos de América».

El voto ha sentado muy mal en Ankara. «Nos apena que esta difamación contra nuestro país sea asumida por un parlamento, y consideramos estas graves acusaciones un insulto a nuestra nación», según ha dicho Erdogan.

Para que la resolución se convierta en ley, la debe validar el Senado en una votación para la que no hay fecha. Después debería ratificarla el presidente Trump, que considera a Erdogan un amigo.