El «doble carril» de Obama en Cuba

Los músicos Chucho Valdés y Juan Formel, director de los Van Van, o los pintores Fabelo, Choco y Mendivez son algunos de los 200 artistas -la mayoría afines al régimen castrista- que este martes asistieron a la recepción organizada por la representación de Washington en ... La Habana. El motivo oficial de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba (SINA) -que se enmarca en la política de Barack Obama de mejorar las relaciones con el Gobierno de los Castro- era presentarles a la nueva funcionaria para los asuntos culturales, Gloria Berbena.

Los disidentes no estuvieron invitados a esa reunión, aunque sí al almuerzo que les ofreció la misión diplomática estadounidense el pasado 21 de septiembre, durante la visita a la isla de la subsecretaria de Estado adjunta para asuntos del hemisferio occidental, Bisa Williams. Los opositores consultados por ABC consideraron «normal» que no se les convocara a ese cóctel, aunque algunos medios se hicieran eco de «cierto malestar» entre la disidencia.

«No vamos a ir a todo»

Los intelectuales, académicos y artistas complacientes con la dictadura comunista «no van a asistir si estamos nosotros, tienen un miedo tremendo a que el régimen les acuse de contrarrevolucionarios o les puede decir que no vayan», asegura el economista y periodista independiente Óscar Espinosa Chepe. «Además, no me van a invitar a todo», puntualiza el ex preso político del llamado «Grupo de los 75», que consideró «bueno que la oficina de EE.UU. se abra a la sociedad cubana». Vladimiro Roca, otro disidente que también ha pasado por las prisiones castristas, subrayó que los funcionarios estadounidenses «invitan a quien quieren a su casa, son decisiones que toman ellos».

En la misma línea se mueve el presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn), Elizardo Sánchez, que sostiene que la decisión de la misión diplomática de no mezclar a los artistas con los disidentes es «coherente» con la política de «doble carril» que aplica EE.UU. «en los últimos años» respecto a la isla: mantener contactos paralelos con las autoridades y con la oposición interna. Sánchez, también ex preso político, aprovechó para diferenciar la política estadounidense y la europea, sobre todo la española: «Dudo mucho que Miguel Ángel Moratinos quiera reunirse con nosotros en su próxima viaje a la isla (los días 18 y 19). La política del Gobierno español no es precisamente de «doble carril» sino todo lo contrario, su prioridad es tratar de contactar con la dictadura».

Los disidentes destacaron la cordialidad que dominó el almuerzo del día 21 con Bisa Williams -la funcionaria de mayor rango que ha pisado el país este siglo; como en la recepción a la que también les invitaron esa tarde para presentarles al nuevo cuerpo diplomático en la isla, que encabeza Jonathan D. Farrar. Miriam Leiva, una de las fundadoras de las Damas de Blanco, relató que Bisa Williams quiso conocer su versión de la realidad cubana, la situación de los presos, la represión y su supervivencia diaria.

La funcionaria de la Casa Blanca les informó al mismo tiempo de las «negociaciones en curso» entre los dos países, apuntó Roca. Después del fin de las restricciones a los viajes y al envío de remesas a la isla emprendido por Obama, Williams trató con autoridades del régimen sobre la reanudación del servicio postal directo, asuntos migratorios y el funcionamiento de las oficinas de intereses.

A ese almuerzo «muy cubano», en el que no faltaron los chistes, los frijoles, el pollo y el plátano frito, asistieron también Martha Beatriz Roque, Laura Pollán, René Gómez Manzano, Félix Bonne, Juan Carlos González Leiva, Jorge Olivera, Francisco Chaviano, Berta Soler, Elsa Morejón y Roberto de Miranda.

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