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Corea del Sur indulta a la expresidenta Park Geun-hye

La líder del país de 2013 a 2017 cumplía 22 años de cárcel por un escándalo de corrupción que provocó su destitución

Park Geun-hye ABC

Jaime Santirso

La Navidad ha traído el regalo que Park Geun-hye más ansiaba: la expresidenta surcoreana ha sido indultada por su sucesor en el cargo, Moon Jae-in . Park, que ostentó el poder desde 2013 hasta 2017, cumplía una sentencia de 22 años de cárcel a causa de un enorme escándalo de corrupción que sacudió al país y causó su destitución.

El descubrimiento de su implicación en una red de tráfico de influencias provocó movilizaciones multitudinarias hasta que la Asamblea Nacional suspendió las funciones de Park a finales de 2016. Más tarde sería declarada culpable de 16 de los 18 cargos en su contra, la mayoría relacionados con soborno, coacción y abuso de poder.

Los tribunales establecieron que Park y Choi Soon-sil, su amiga y confidente, habían puesto en marcha un entramado con el propósito de forzar a grandes empresas nacionales como la tecnológica Samsung a donar cuantiosas sumas de dinero a fundaciones dirigidas por la propia Choi. Por este motivo, Park fue encausada también por revelación de secretos, aunque ella siempre ha mantenido su inocencia.

Perdón navideño

Park, de 69 años, ha sido hospitalizada en tres ocasiones este año a causa de del dolor crónico que padece en hombro y espalda, uno de los motivos que explica la decisión política anunciada hoy. «Hemos tenido en cuenta la deteriorada salud de Park», ha señalado Moon por medio de un comunicado recogido por la agencia nacional ‘Yonhap’.

Park ha sido una de las 3.094 personas incluidas en el tradicional indulto presidencial de Navidad . «Debemos superar el dolor del pasado y avanzar hacia una nueva era», ha remarcado el presidente en el texto oficial. Entre los rehabilitados está Han Myeong-sook, exprimera ministra que cumple dos años de cárcel por soborno; pero no el expresidente Lee Myung-bak, con una pena de 17 años también por soborno y desfalco.

La nutrida nómina de altos cargos en dicha lista explica por qué el caso de Park agotó la paciencia de la sociedad surcoreana, harta de la corrupción de las élites políticas y económicas. Moon aprovechó esta circunstancia para capitanear el descontento social y hacer de la lucha anticorrupción una de sus mayores bazas en las elecciones presidenciales de 2017, en las que acabó imponiéndose. Una de sus promesas de campaña consistía, sin embargo, en no conceder indultos a sus predecesores.

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