Las cinco armas con las que Scholz ha ganado las elecciones alemanas

«Respeto» ha sido el concepto central de su narrativa de campaña. En los debates televisados, este concepto no logró ocupar muchos minutos de emisión, pero en sus mítines Scholz podría extenderse sobe esta idea durante horas: en la medida en que el SPD tenga éxito, serán tratadas con respeto aquellas personas que accedieron a rutas educativas secundarias, porque el SPD está decidido a garantizar su reconocimiento social y salarial. Aquí tomaba como ejemplo a los sanitarios y otras profesiones a menudo poco valoradas pero que demostraron su alto valor social durante la pandemia. Scholz, siempre serio y sin mostrar sentimientos, siempre objetivo, siempre sobrio, se mostraba conmovido y se declaraba «tocado» por las historias de trabajadores anónimos tan imprescindibles para todos y a los que ha prometido «respeto» y un lugar en primer plano de su política.

Scholz ya se postuló indirectamente para la candidatura de 2017 . A mediados de 2016, publicó su libro «Land of Hope», con reflexiones que hoy forman el núcleo de su candidatura peor que la directiva del SPD declinó con agradecimiento. No hubo apoyo alguno. Desde entonces han caído un par de directivas socialdemócratas y la actual tiró de él solo porque pensaban que perderían las elecciones. La clave de su éxito fue la perseverancia. En 2019 fracasó con su candidatura la presidencia del SPD, con la que se hicieron Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans, pero no se desanimó y siguió discretamente cultivando pacientemente su antiguo su plan para llegar a la Cancillería. Frank Stauss, exestratega de campaña de Gerhard Schröder, considera que la ventaja personal más importante de Scholz es que «ama su trabajo con cada fibra de su cuerpo».

El factor tiempo ha jugado a su favor. El hecho de que el SPD presentase a su candidato en una etapa temprana contribuyó de manera decisiva a evitar los errores de campañas. Se pudieron coordinar ordenadamente listas, programas y estrategias, todos los involucrados tuvieron tiempo para hacer equipo y labrar un clima de trabajo de confianza, pudieron diseñar una campaña electoral enfocada, que coincidiera exactamente con el perfil del candidato .

Aparte de un vídeo desafortunado, que fue rápidamente encerrado en la cámara de los secretos de la Casa Willy Brandt, con ácidos ataques contra la CDU por parte del secretario general del SPD, Lars Klingbeil, el APD ha optado por una campaña de concordia y evitando el enfrentamiento. Los carteles debían llamar la atención y hacerse notar; una pequeña dirección muy activa en las redes sociales y, sobre todo, una estricta personalización. El mensaje de la campaña electoral del SPD se ha resumido en una palabra: Scholz . Y el candidato en ningún momento ha criticado a ningún otro partido, se ha limitado a defender un programa de gobierno que ha presentado como una mejora y corrección de la última legislatura.

El momento en el que el SPD finalmente pudo abandonar su mazmorra del 15% en las encuestas coincidió exactamente con el momento en que el segundo rival, Laschet, cometió su peor error de campaña. Apareció riendo y bromeando en segundo plano de unas imágenes en las que el presidente federal Frank-Walter Steinmeier , daba el pésame a las víctimas de las terribles inundaciones del mes de julio en el oeste del país. Scholz se ha beneficiado de lamezcla de presunción y exceso de celo de Laschet, así como de la fuga de votos de Los Verdes a medida que se descubrían plagios en el libro publicado pos su candidata, Annalena Baerbock, y que había «olvidado» declarar ciertos ingresos al registro de diputados del Bundestag.