Mursi escenifica en China la nueva política exterior egipcia

Mursi fue recibido ayer por Hu Jintao en el Gran Palacio del Pueblo y hoy se reunirá tanto con el presidente chino como con el primer ministro Wen Jiabao y el vicepresidente Xi Jinping. El egipcio viaja acompañado de siete ministros y de una delegación de más de 80 empresarios. Egipto busca aumentar las inversiones chinas en el país de los 500 millones de dólares actuales hasta 3.000 millones de dólares . Por lo pronto, Pekín ha prometido ya a El Cairo un préstamo de 200 millones de dólares y se han firmado varios acuerdos en materia de agricultura y telecomunicaciones. Asimismo, el gobierno chino donará 300 coches de policía a Egipto.

Además de la parte económica, Mursi quiere abordar con Hu la guerra de Siria . La oposición de China, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, y también de Rusia, han paralizado varias resoluciones del organismo para condenar la violencia del régimen de Bachar al Asad. Tanto China como Egipto se oponen a una intervención militar en Siria , pero Mursi podría estar buscando en Pekín apoyos para su propuesta de crear un grupo de contacto de cuatro países (Egipto, Irán, Turquía y Arabia Saudí) que medien en la crisis siria.

Esta propuesta, con la que Mursi busca, en cierto modo, devolver a Egipto el papel de mediador en la región que se había debilitado en los últimos años , será también debatida en la cumbre del Movimiento de los Países No Alineados, que se celebra en Teherán esta misma semana y a la que el mandatario egipcio viajará tras su visita a Pekín. Es la primera vez que un jefe de Estado egipcio pone pie en Irán desde que ambos países rompieran relaciones tras la revolución iraní de 1979.

El presidente egipcio sólo pasará unas horas en Teherán y, en principio, no tiene previsto reunirse con el presidente Mahmud Ahmadineyad o con funcionarios de alto nivel, pero su visita al país ya supone un guiño a esta nueva política exterior más independiente que busca el nuevo presidente islamista. «Las relaciones internacionales entre todos los estados están abiertas y la base de todas las relaciones es el equilibrio. No estamos en contra de nadie, pero queremos alcanzar nuestros objetivos», ha dicho Mursi en una entrevista con Reuters publicada ayer.

Tanto Estados Unidos como Israel observan con cierta preocupación este viraje en la política exterior egipcia , a pesar de que Mursi ha reiterado que lo que busca es ampliar las relaciones con un mayor y más equilibrado espectro de países, después de décadas de seguidismo de las políticas de Washington en la región. Egipto seguirá respetando sus tratados internacionales, incluido el acuerdo de paz con Israel, ha dicho Mursi. « La paz no es una conexión telepática », sino que tiene « expresiones tangibles », señaló ayer, sin embargo, el ministro israelí de Exteriores, Avigdor Lieberman, quien animó al presidente egipcio a visitar Israel como demostración de su compromiso con el tratado de Camp David.

Tras su visita de dos días a Pekín, el presidente egipcio viajará a Teherán y, posteriormente, el 23 de septiembre, Mursi emprenderá un viaje a Estados Unidos , donde se entrevistará con altos funcionarios de Washington –aún no se ha confirmado si también con su homólogo Barack Obama- y asistirá a las reuniones de la Asamblea Genral de la ONU en Nueva York.