China dispara la compra de petróleo ruso

Las importaciones chinas alcanzaron cotas sin precedentes en mayo, tras efectuar un salto del 55% con respecto al mismo periodo del año anterior. El suministro, despachado a través del oleoducto Siberia Oriental-Océano Pacífico y los puertos rusos ante el mar de Ojotsk, marcó una cuantía total de 8,42 millones de toneladas, según cifras divulgadas hoy por las autoridades aduaneras. El consumo diario pasó de 1,59 millones de barriles en abril a 1,89 millones en mayo . Rusia, de este modo, desbanca a Arabia Saudí como primer proveedor de petróleo para China ; posición honorífica conquistada a base de precios rebajados. Las empresas chinas han explotado esta situación ventajosa pese a que la demanda energética ha disminuido ante rebrotes recurrentes, cuyo impacto económico todavía está por cuantificar. La importación de gas natural licuado también se disparó un 40% en términos anuales, acelerando desde el 22% conjunto que repuntaron los cinco primeros meses de 2022.

Las transacciones con el reino árabe crecieron un 9% frente al año anterior, aunque los 2,17 millones de barriles diarios de abril disminuyeron a 1,84 millones en mayo . China también tiende su mano, amistosa por comerciante, a otros regímenes marginados por la comunidad internacional como Venezuela o Irán. De este último importó 260.000 toneladas de crudo el mes pasado sin que las sanciones de Estados Unidos supusieran un obstáculo, gracias a la mediación de terceros como Malasia. No así en el caso del país latinoamericano, a quien las empresas estatales no realizan compras desde 2019.

Xi y Putin, «viejos amigos», mantuvieron una llamada telefónica el pasado miércoles con motivo del 69º cumpleaños del líder chino. Hace tres años, ambos mandatarios –separados por apenas ocho meses y unidos por múltiples paralelismos biográficos– ya celebraron juntos su 66º en Dusambé, capital de Tayikistán.

El contenido de su charla varía, como la evocación de las mejores fiestas, según quién la relate. En particular en lo tocante a Ucrania, tan firme el apoyo como la neutralidad. «El presidente de China apuntó la legitimidad de las acciones de Rusia para proteger intereses nacionales fundamentales ante amenazas a su seguridad creadas por fuerzas extranjeras» , asegura la versión del Kremlin. «Los dos jefes de Estado intercambiaron puntos de vista sobre la cuestión de Ucrania. Xi enfatizó que China siempre ha evaluado la situación de manera independiente (...) y promovido de manera activa la paz mundial y la estabilidad del orden económico global», atestigua por su parte la agencia oficial Xinhua

Una diferencia de criterios que evidencia la naturaleza de los lazos entre China y Rusia, no tanto alianza de naciones como alineamiento de intereses. Xi, en cualquier caso, no ha descolgado el aparato para interesarse por Zelenski desde el comienzo de la guerra; y las importaciones procedentes de Ucrania han menguado hasta volverse imperceptibles.

«La llamada de Xi y Putin podría señalar que Pekín está contemplando brindar un apoyo material más visible a Moscú», aventuraba Joe Webster, autor del boletín especializado 'China-Rusia Report', en una publicación reciente. «El embajador de China en Rusia, Zhang Hanhui, ha anunciado que Pekín proporcionará componentes aéreos a Moscú. Sin embargo, Zhang ya ha realizado declaraciones inexactas en ocasiones anteriores, y su comentario es ambiguo», concluía.

China, mientras tanto, esconde en su neutralidad aparente un apoyo implícito a la invasión rusa de Ucrania, campaña que nunca ha criticado abiertamente. Los hechos, sin embargo, hablan por sí mismos: cuando nieva, tan amigo es quien envía carbón como quien compra petróleo.