El calendario de Finlandia y Suecia para entrar en la OTAN

Una vez que los gobiernos de Finlandia y Suecia han expresado claramente el deseo de integrarse en la OTAN el siguiente paso será la decisión de los actuales miembros de la Alianza de iniciar las negociaciones con estos dos países, lo que previsiblemente sucederá en la cumbre de Madrid a finales de junio. Por ahora hay otros tres países que han declarado formalmente sus aspiraciones para entrar en la organización, Bosnia, Ucrania y Georgia, pero solo el primero de ellos ha recibido la invitación de empezar el proceso de adaptación (Membership Action Plan.MAP) desde 2010, aunque la inestabilidad interna ha hecho imposible cualquier avance.

En el caso de Finlandia y Suecia es evidente que los dos países cumplen perfectamente los requisitos esenciales, entre los que figura ser una democracia funcional, por lo que ese análisis será automático y se pasará directamente a las negociaciones de adhesión que tienen lugar en la sede de la Alianza en Bruselas y que probablemente empezarán en verano. Las negociaciones tratan de asegurar que los países candidatos tienen capacidad suficiente para cumplir sus obligaciones como aliados, teniendo en cuenta que la OTAN es una organización de defensa colectiva. También se discute el proceso de adaptación de los distintos países y sus militares a las reglas de protección y seguridad e la información clasificada de la propia OTAN.

El resultado de esas negociaciones ha de ser un calendario específico para la aplicación de las reformas y requerimientos establecidos en la negociación que puede extenderse más allá de la accesión formal. En el caso de Finlandia no se prevé ninguna dificultad porque hace décadas que este país decidió adaptar todas sus estructuras militares a los estándares de la Alianza aun sin ser miembros por lo que el grado de compatibilidad es prácticamente total. Suecia viene de una política de neutralidad más estricta y tiene su propia industria de defensa que no siempre es equivalente a la de la OTAN pero también cuenta con una larga experiencia de interacción con los aliados. Esta es la parte más larga del proceso, aunque en este caso puede acelerarse y concluir este otoño. Los dos países deberán enviar entonces un documento al secretario general de la OTAN confirmando solemnemente su compromiso de cumplir con ese calendario y todas las obligaciones de ser miembro de la Alianza.

El siguiente paso es la redacción y firma de los protocolos que enmiendan el Tratado de Washington y que consisten en añadir los nombres de los nuevos países miembros como signatarios del mismo. Un protocolo por cada país. Esas enmiendas al Tratado han de ser entonces ratificadas por todos los 30 miembros siguiendo los procedimientos constitucionales propios de cada uno, tras lo cual se comunica al Gobierno de Estados Unidos, que es el depositario del Tratado de Washington. En la última ampliación, la de Macedonia del Norte, el protocolo fue firmado en Bruselas el 6 de febrero de 2019 y España terminó los trámites de ratificación con la votación en el Senado el 17 de marzo de 2020. Teniendo en cuenta las actuales circunstancias estos plazos pueden acortarse dependiendo de los requisitos de cada país, pero es necesario que todos los países miembros sin excepción lo aprueben.

Una vez ratificados los protocolos, estos se depositarán en el Departamento Norteamericano de Estado y el secretario general de la OTAN comunicará a los países candidatos que han sido aceptados como miembros y les invitará a integrarse. Para ello, cada uno ha de aprobar y ratificar el Tratado de Washington con sus procedimientos constitucionales que normalmente requieren una votación parlamentaria. Desde ese momento se convertirán en miembros plenos de la OTAN.