PEDRO PITARCH - EL ANÁLISIS TÁCTICO DEL GENERAL (R) PITARCH (12/05/2022)
Finlandia se pone el casco
El conflicto desencadenado por la invasión de Ucrania incrementa su tendencia globalizadora
La petición conjunta del presidente y la primera ministra finlandeses a su parlamento, solicitando que éste apruebe la petición de ingreso de Finlandia en la OTAN es un fenómeno de particular significado. Tratándose de un país de solo 5,5 millones de habitantes y pero ... con una superficie de 338.000 km2 (equivalente al 67% del territorio español), su entrada en la OTAN tiene más significado geopolítico que estrictamente militar. En primer lugar, significa un reforzamiento político de la Alianza al incrementarse el número de sus miembros (de 30 a 31). También evidencia la quiebra de la política de no alineamiento de ese país, que ha estado vigente desde hace ocho décadas. Asimismo, marca el derrumbamiento del «statu quo» en el norte de Europa, que durante ese tiempo ha constituido un esencial factor de estabilidad regional. Igualmente, entraña la duplicación del perímetro fronterizo entre la OTAN y Rusia que, con Finlandia en la Alianza, pasará de 1.200 kilómetros a más de 2.500 kilómetros. Y, como efecto colateral, sirve de acicate a Suecia para, previsiblemente, seguir pronto ese mismo camino. Todo eso, lógicamente, agrava la percepción de amenaza de cerco de la OTAN a Rusia, repetidamente denunciada por el Kremlin.
Por tanto, el conflicto desencadenado por la invasión de Ucrania incrementa su tendencia globalizadora. Quizás sea llegado el momento de preguntarnos, en el seno de la OTAN, cuál es el estado final ―tanto el deseable como el posible―, que saldase la disputa armada. Porque el masivo suministro de armamento y equipamientos militares, así como el proceso de formación y el adiestramiento de los sirvientes de esas armas no parecen elementos que faciliten una pronta salida negociada. Teniendo en cuenta, además, que los ejercicios y maniobras de la OTAN, tan frecuentes ahora en las proximidades de las fronteras rusas, incrementan las probabilidades de conflictos directos entre las tropas de ambos lados. Y, si se diera el caso de tal enganche, la probabilidad de escalada al plano nuclear se incrementaría notablemente.
El asunto ha venido a enredarlo más el Reino Unido que, aun siendo un país de la OTAN con armamento nuclear, va a lo suyo, como siempre: acaba de firmar sendos acuerdos ejecutivos de defensa con Finlandia y Suecia. Esto va pareciéndose, cada vez más, a los prolegómenos de la II Guerra Mundial.
Pedro Pitarch, general (R), es exjefe de la Fuerza Terrestre de España.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete