Israel castiga a los palestinos donde más duele, con más ocupación

El gobierno israelí ya había dicho antes del jueves que la decisión de Abás tendría repercusiones políticas, pero no definió qué tipo, y ha castigado a Abás donde más le duele , ampliando los asentamientos judíos en Cisjordania.

Estas miles de viviendas se construirán en Jerusalén Este y en los territorios palestinos situados tras la llamada Línea Verde, que separa Israel de lo que será en un futuro el estado Palestino. Los asentamientos judíos, que salpican la geografía de Jerusalén Este y Cisjordania, han sido la pared contra la que se han estrellado los recientes intentos de negociación .

Además de las 3000 viviendas, el gobierno israelí también anunció que ampliará la construcción de la zona E1 , situada entre Jerusalén y el asentamiento de Ma´ale Adumim en Cisjordania.

La respuesta de la ANP no se ha hecho esperar y el viernes el emisario palestino en la ONU, Ryad Mansour, avisó de que si hay más provocaciones por parte de Israel, esto podría poner a prueba la paciencia de la ANP .

«Están intentando provocarnos para que reaccionemos, aunque no sé de qué manera», comentó Mansour a la Asamblea General de la ONU el viernes.

Si antes del jueves por la noche la posibilidad de volver a la mesa de negociaciones era remota, ahora parece prácticamente imposible , ya que los palestinos han dejado claro que la única manera en que negociarán de nuevo es si Israel detiene la construcción de los asentamientos, mientras que el gobierno israelí sostiene que no negociará con condiciones ya impuestas.

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha afirmado que la maniobra palestina ante la ONU no quedará impune y que se actuará en consecuencia. Un oficial del gobierno israelí aseguró el viernes al Canal 10 de Israel que la construcción de los asentamientos se hará de acuerdo con el mapa estratégico de Israel en los territorios, refiriéndose a la construcción de una franja de terreno que conecte Jerusalén con Cisjordania y que mermaría los territorios palestinos.

Pero la píldora más amarga para Israel no ha sido el hecho de que la ONU haya reconocido a Palestina como estado, sino ver cómo se desvanecía el apoyo internacional , sobre todo de los países occidentales, con la mayoría votando favorablemente a pesar del intenso esfuerzo diplomático por parte de Israel. Muchos ven en la decisión israelí, que ha sido extremadamente rápida, no sólo una manera de castigar a la ANP, sino una forma de desafío a la decisión de la ONU, que condena la construcción de asentamientos en los territorios palestinos.