Los republicanos aprueban la entrada de Kavanaugh en el Supremo

El Senado en pleno debe ratificar ahora a Kavanaugh. En principio debía votarse el lunes, pero varios republicanos moderados han pedido a su partido un aplazamiento para darle tiempo al FBI a comprobar las acusaciones de Ford. El Partido Republicano tiene una mayoría precaria en el Senado: 51 votos frente a los 49 de los demócratas. Si en sus filas hay un solo voto en contra de Kavanaugh, la confirmación del juez puede fracasar en el pleno.

Tras conocer el resultado de esta primera votación, Donald Trump se comprometió a seguir las recomendaciones de los líderes del Senado . «Que tomen sus decisiones. Lo que crean que debo hacer, lo haré», dijo el presidente en la Casa Blanca. De hecho, sólo él puede autorizar una investigación del FBI, algo que hasta ahora ha rechazado.

La profesora Ford detalló el jueves ante la comisión cómo Kavanaugh intentó violarla en 1982, cuando ambos estudiaban en secundaria. « Creí que me iba a matar », dijo. Tras interrogarla a ella y al juez, los demócratas pidieron una investigación exhaustiva del FBI y que los republicanos aplazaran el voto. Otras tres mujeres han acusado a Kavanaugh de acoso sexual, pero la comisión no las ha llamado a testificar.

La vista de ayer fue, más que un diálogo civilizado sobre la idoneidad de Kavanaugh -un juez de impecable trayectoria y posiciones conservadoras- una serie de monólogos y denuncias . El senador demócrata Patrick Leahy lamentó: «Nos hemos convertido en un brazo, un brazo muy débil, de la Casa Blanca de Donald Trump».

Poco a poco, los demócratas se fueron levantando y abandonando la sala en señal de protesta. Las primeras fueron Marie Hirono y Kamala Harris, que denunciaron que este proceso se ha convertido en «una farsa». Todos acabaron regresando a la vista para poder votar contra el juez . Hubo un momento de confusión al final, y varios demócratas pensaron que estaban votando sobre otro asunto. Los republicanos, sin embargo, alcanzaron la mayoría suficiente y la confirmación de Kavanaugh quedó aprobada y lista para la revisión del pleno.

En la bancada republicana de la comisión de Asuntos Judiciales se sienta el mayor defensor de Trump en el Capitolio, el senador por Carolina del Sur Lindsey Graham, quien denunció que el actual clima de tensión política coarta la libertad de expresión de quienes tienen posiciones conservadoras. «Sí, ya sé que soy un hombre blanco, soltero y del sur, y se supone que debo callarme, pero no lo voy a hacer», dijo Graham antes de votar a favor del juez.

Las decisiones de los republicanos en este proceso deben interpretarse a la luz de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, en las que se renueva un tercio del Senado y toda la Cámara de Representantes . Las encuestas prevén la posibilidad de una mayoría demócrata, impulsada por la oposición a Trump y el movimiento feminista #MeToo. Este ha convertido la confirmación de Kavanaugh en un caballo de batalla para impedir una mayoría conservadora en el Tribunal Supremo que revoque la legalización del aborto.