Los socialistas pactan en Portugal un gobierno de izquierda radical

Cabe concluir tras este anuncio que, después de varias semanas de negociaciones, Costa y su Partido Socialista, que quedaron segundos en las elecciones, habrían pactado con la izquierda radical la formación de un Ejecutivo con el que desbancar a Passos Coelho y su alianza conservadora, vencedores en los comicios. En caso de consumarse la propuesta de Costa, en Portugal no gobernaría la lista más votada.

Las palabras de Costa llegaron este martes minutos después de que el actual primer ministro, Pedro Passos Coelho , mostrase al presidente de la República su disponibilidad para constituir una coalición del centroderecha con el Partido Socialista , ofreciendo que António Costa asuma el número 2 del Ejecutivo. Al fin y al cabo, la alianza de Passos Coelho, Portugal à Frente, logró 107 diputados, a sólo nueve de la mayoría absoluta.

La última palabra la tiene Cavaco Silva, pues suya es la potestad de investir al nuevo «premier» El culebrón aún no ha finalizado: son ya dos semanas de negociaciones, de subidas y bajadas, de órdagos cruzados para dirimir quién regirá los destinos de Portugal , quién tomará el relevo de esta legislatura marcada por la austeridad.

Cierto es que el entendimiento del socialista Costa con Catarina Martins (Bloco de Esquerda) y Jerónimo de Sousa (CDU) parece aproximarse. Pero no cabe olvidar que ese pacto de mínimos ha dejado aparcado un asunto muy importante : la permanencia en el euro.

Hasta hace 15 días, estos dos últimos políticos habían hecho de esta cuestión su verdadero caballo de batalla. Su súbita conversión europeísta se acerca más a la estrategia circunstancial que a la sólida postura de fondo.

Pero así es Portugal, que ya lo dijo el mismísimo Pessoa. Siempre en vilo, presto a tomar decisiones fundamentales en el último instante . Y todo en un contexto de alta tensión. De hecho, la histórica dirigente socialdemócrata Ferreira Leite calificó hace unos días un posible gobierno de la izquierda como «un auténtico golpe de Estado», en referencia a los números puros y duros de los sufragios.