China subirá sus gastos militares un 10% pese a la ralentización de su economía

A la espera de que el primer ministro, Li Keqiang, confirme durante su discurso de apertura la cifra oficial, que rondará en torno a los 900.000 millones de yuanes (130.412 millones de euros), será el menor aumento del presupuesto militar chino desde 2010. Al menos oficialmente, ya que numerosos expertos consideran que la partida de Defensa de Pekín es hasta un 40 o 50 por ciento mayor porque estas cifras no incluyen las importaciones de armamento de alta tecnología ni otros programas clave.

Aunque China es el segundo país del mundo que más gasta en su Ejército, se halla todavía muy por debajo de Estados Unidos, que prevé destinar este año al Pentágono 534.000 millones de dólares (477.353 millones de euros) y otros 51.000 millones de dólares (45.589 millones de euros) a sus operaciones en Afganistán, Irak y Siria.

Debido a su auge como superpotencia y a sus disputas territoriales con prácticamente todos sus vecinos, el aumento continuado del presupuesto militar chino ha provocado un efecto similar en otros países de Asia. Después de una década de bajadas, que acabaron cuando el primer ministro Shinzo Abe subió al poder en 2012, Japón ha vuelto a subir este año sus gastos en defensa un 2,8%, hasta alcanzar los 37.500 millones. Y la India, que ya es el mayor importador mundial de armamento, ha incrementado la partida militar un 11 por ciento, hasta llegar a los 35.750 millones de euros.

«China tiene un camino más duro que otras grandes naciones para modernizar su defensa nacional, ya que solo podemos depender de nosotros mismos en la investigación y desarrollo de la mayoría de nuestro equipamiento militar», justificó el aumento Fu Ying, quien recordó que las partidas más cuantiosas se destinarán a mejorar las condiciones de vida de los 2,3 millones de soldados que forman el Ejército Popular de Liberación, el más numeroso del planeta. Además, la portavoz de la Asamblea Nacional insistió en el «ascenso pacífico» de China porque «hemos conseguido tanto éxito con nuestra reforma y apertura, dependiendo de la cooperación en beneficio mutuo para abrir camino en lugar de en las cañoneras», dijo en clara alusión a las potencias coloniales que humillaron a la Dinastía Qing a finales del siglo XIX y le arrancaron valiosas concesiones aprovechándose de su fuerza militar.

Mientras el Ejército se ve beneficiado de esta lluvia de millones por ser el principal sostén del régimen, sus altos mandos también se hallan bajo la lupa de la campaña anticorrupción lanzada por el presidente Xi Jinping. En vísperas de la Asamblea, han sido encarcelados o investigados catorce generales. Entre ellos figura Guo Zhenggang, que curiosamente había sido ascendido el mes pasado como vicecomisario político del mando militar provincial de Zhejiang. Según la agencia Reuters, también está siendo investigado por corrupción su padre, Guo Boxiong, quien fue vicepresidente de la Comisión Militar Central entre 2002 y 2012, bajo la presidencia de Hu Jintao. Otro antiguo vicepresidente de dicha Comisión y número dos del Ejército en esa época, Xu Caihou, fue arrestado el año pasado.

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