Las FARC reconocen que el general Alzate está en su poder

Aunque el secuestro se ha usado desde hace más de 50 años como método de financiación y presión política, en febrero de 2012, cuando se inició la fase exploratoria de los diálogos de La Habana, las FARC anunciaron la entrega de todos los secuestrados políticos que todavía tenía en su poder y, simultáneamente, la abolición del secuestro con fines financieros.

Consciente de que el secuestro ha disminuido un 80%, el presidente Juan Manuel Santos fue enfático: los diálogos con las FARC se descongelan, siempre y cuando liberen al general de 55 años y a dos soldados que fueron capturados en la provincia petrolera de Arauca.

«La soberbia de la oligarquía la lleva a pensar que incluso en medio del proceso de paz, posee el derecho de matar y despedazar colombianos (…). Sin cese bilateral de fuego, las que el presidente llama reglas del juego, no pueden operar solo para las fuerzas del Estado. Respetamos la vida e integridad física y moral de nuestros prisioneros y estamos plenamente dispuestos a garantizarlo hasta donde nos sea permitido por la ira estatal», dijeron las FARC en un comunicado.

Aunque en el Derecho Internacional Humanitario no se habla de secuestro sino de privación de la libertad, por razones históricas la sociedad colombiana no admite interpretaciones. Además, el propio DIH reconoce que la toma de rehenes civiles es una infracción grave y la legislación colombiana, indistintamente de si se trata de un civil o de un militar, tipifica el caso como secuestro . En 2002 la paz con las FARC se fue al traste cuando secuestraron un avión y se llevaron cautivo al senador Jorge Eduardo Géchem . Tres días después fueron secuestradas la candidata presidencial Íngrid Betancur y Clara Rojas. ¿Pasará lo mismo?