Elecciones Presidenciales en Brasil
Dilma Rousseff, el objetivo es mantener al Partido de los Trabajadores en el poder
A falta de los resultados definitivos, los sondeos daban a la presidenta de Brasil una cómoda ventaja mientras que solo un puñado de votos separan a Marina Silva y Aécio Neves de la segunda vuelta
Carmen De Carlos
En el Partido de los Trabajadores (PT) pocos apostaban por ella cuando Luiz Inacio Lula Da Silva la señaló con el dedo como su sucesora en el 2010. Entonces, como ahora, Dilma Rousseff no podía presumir de tener una personalidad arrolladora como la de su ... mentor o una carrera política digna de mencionar. Sin embargo, entonces como ahora, la candidata terminó siendo la favorita. Su desafío, es lograr la reelección (aunque necesita una segunda vuelta) y garantizarle al partido otros cuatro años en el poder (lleva 12).
La actual presidenta de Brasil, pese a sus incursiones con la guerrilla brasileña durante la universidad, tiene un perfil técnico y unos modos entre sus colaboradores que hacen temblar los cimientos de Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo. El sociólogo Claudio Couto se refiere al «Gobierno del grito» para ilustrar algunas de las escenas que acostumbra a protagonizar Roussef.
Con fama de buena administradora lo cierto es que esta economista y amante de las Harley-Davidson, no puede hacer un buen balance de su Gobierno aunque los dos anteriores de Lula parezcan compensar a un electorado que, según todos los sondeos, la prefiere.
En cuatro años Dilma Vana Rousseff Linhares, ex ministra de Minas y Energía y de la Presidencia de Lula, ha reducido el crecimiento de Brasil del 7,5 que tenía en el 2010 apenas a unas décimas que, al final del año, podrían quedar reducidas a un cero redondo. Además, la inflación llegó al 6,5 por ciento y un 40 por ciento de la población vive de subsidios. En este contexto la corrupción le pasó factura y tuvo que destituir a once ministros. El escándalo de Petrobras la obligó a prometer en campaña nuevas medidas de combate contra los desmanes en la Administración. En el 2013 las protestas callejeras la pusieron contra las cuerdas y en la inauguración del Mundial de fútbol la abuchearon hasta el cansancio. «No serán los insultos los que me van a intimidar», respondió.
La «Dama de hierro» de Sudamérica, como algunos la conocen al compararla con Margaret Thatcher, no es fácil de amilanar. Permaneció tres años en prisión y durante 22 días fue sometida a torturas por la dictadura. La irrupción de Marina Silva encendió las luces de alarma del PT. Una de las suyas (ex) amenazaba con arrebatarle la Presidencia. El aparato del partido funcionó a la perfección y Rousseff supo sacar provecho de los puntos débiles de su ex compañera y adversaria.
La primera mujer en la historia en gobernar Brasil, una vez recuperado el sosiego en las encuestas, disfruta de sus 66 años y del favor de los brasileños.
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