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Brasil

Dilma Rousseff o cuando la corrupción no importa

Conocida al principio de su mandato como la «faxineira» (limpiadora), a la actual presidenta le crecen los casos de corrupción entre sus allegados, pero no parecen afectar a su popularidad

Dilma Rousseff o cuando la corrupción no importa efe

carmen de carlos

«Echó a las ratas pero no fumigó», afirma Alfredo Behrens. Profesor de la Universidad de Cambridge y de la escuela de negocios FIA de Sao Paulo, Behrens se refiere a «los once ministros» que la presidenta, Dilma Rousseff, tuvo que destituir por escándalos de ... corrupción. La política de aparente «mani pulite» se tradujo entonces en altos niveles de popularidad y le valió a Rousseff el sobrenombre en la calle de «faxineira» (limpiadora). Aquel tiempo reciente ya es historia y los brasileños, un día sí y otro también, se desayunan en la prensa con nuevos detalles sobre la red de sobornos extendida en las bambalinas del poder por medio de Petrobras , la versión brasileña de Repsol, de la que el Estado tiene el control.

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