Las siete vidas de Abubakar Shekau

Pese a las últimas especulaciones sobre la muerte del líder de Boko Haram, no es la primera vez que el caudillo islamista escapa a un anunciado deceso

Las siete vidas de Abubakar Shekau AFP

EDUARDO S. MOLANO

El reciente anuncio de la muerte del líder de Boko Haram, Abubakar Shekau , vuelve a verter tintas sobre la suerte del caudillo nigeriano.

En los últimos días, corre como la pólvora en los foros islamistas la imagen de un presunto terrorista, con rasgos ciertamente ... similares a Shekau, y que habría fallecido durante un enfrentamiento con el Ejército camerunés el pasado miércoles.

«Cada vez resulta más creíble que quien representaba a Shekau en los vídeos del grupo ha muerto en un ataque en Konduga (en la frontera entre Nigeria y Camerún)», destacaban fuentes marciales.

No obstante, el propio planteamiento de «quien representaba a Shekau» refleja la dificultad del proceso identificativo.

Ya en agosto de 2013, el Ejército nigeriano aseguraba que Shekau fue herido de forma mortal durante un ataque de las Fuerzas Armadas a una base insurgente en Sambisa, al noreste del país. Entonces, el líder islamista había viajado a Amitchide, una comunidad fronteriza de Camerún, para ser tratado de sus lesiones. Sin embargo, la cura sería en vano, y presuntamente falleció entre el 25 de julio y el 3 de agosto del pasado año.

De igual modo, el teniente coronel Sagir Musa, portavoz marcial, señalaba que los recientes vídeos propagandísticos emitidos por Boko Haram donde aparecía Shekau fueron «dramatizados por un impostor para engañar a los miembros de la secta y que continuaran con su lucha». Verdad o ficción, la posible muerte de Shekau sería el segundo vacío de poder del grupo desde su fundación.

En 2002, ante la crisis económica que asolaba el norte del país (de mayoría musulmana), cerca de 200 estudiantes de clase alta decidieron establecerse, junto al líder religioso Mohamed Yusuf, en un campamento cercano a la frontera con Níger.

El nombre de esta comuna -Afganistán- dejaba pocas dudas sobre las intenciones del grupo: establecer un Gobierno islamista en la región.

Aunque fue curiosamente la muerte de su líder lo que radicalizó al grupo. El 30 de julio de 2009, Yusuf fallecía en un enfrentamiento con las fuerzas armadas tras intentar escapar después de haber sido detenido momentos antes. Durante esos días, al menos 186 personas perdieron la vida en la ola de violencia causada por su captura.

Avance islamista

El anuncio del posible deceso de Shekau se produce, además, cuando el avance de la milicia parecía imparable.

A finales de agosto, el grupo radical anunciaba la creación de un califato islámico en Gwoza, localidad del estado de Borno, al noreste de Nigeria, en una claro guiño hacia la extensión de su yihad global.

«Gracias a Alá, nuestros hermanos han conseguido la victoria en Gwoza, que es ahora parte del califato islámico», aseguraba Shekau en una grabación difundida a los medios.

«A menos que se tomen medidas urgentes, Nigeria se enfrenta a una rápida pérdida de largas áreas de su territorio, que recuerda a los avances relámpago de Estado Islámico en Irak», denunciaba un reciente estudio del Nigeria Security Network. Para el panel de expertos, en el que se encuentran, entre otros, John Campbell, ex embajador estadounidense en el país africano, Boko Haram se está preparando para iniciar un asedio a la capital del estado de Borno, Maiduguri.

«Si Maiduguri cae, será una victoria simbólica y estratégica sin precedentes hasta ahora en el conflicto», reconocen los expertos.

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