Marine Le Pen y el Frente Nacional, los grandes beneficiarios de la crisis en Francia

Según el último sondeo de «Le Figaro», si este fin de semana se celebrase la primera vuelta de una elección presidencial, Marine Le Pen podría conseguir el 28% de los votos, seguida de Nicolas Sarkozy, con un 25% de los votos. Hollande solo sería votado por un 22% de los franceses.

Tras el bombazo de esa primera vuelta, Marine Le Pen solo sería derrotada por algún candidato conservador, como Nicolas Sarkozy o Alain Juppé. Si el candidato centrista o conservador fuese derrotado en la primera vuelta, Marine Le Pen podría ganar la segunda vuelta y ser elegida presidenta de Francia, derrotando a Hollande por 54 contra 46.

Se trata de proyecciones imaginarias, sin duda, a tres años de la próxima elección presidencial. Sin embargo, todos los analistas subrayan que se trata de un sondeo “muy significativo” que “marca una tendencia”.

El vespertino «Le Monde» ha destacado a toda página un análisis que lleva este título: «Viento de pánico en la cúspide del Estado». La publicación de las memorias íntimas de Valérie Trierweiler, ex del jefe del Estado, contando un largo rosario de miserias sentimentales y políticas ha agravado crisis anteriores, quizá más graves.

Cuando «Le Monde» habla de «viento de pánico» en el Elíseo, evoca en escorzo el alcance devastador de varias crisis superpuestas: crisis económica, agravada tras la llegada de Hollande al poder (mayo 2012); crisis entre el gobierno socialista y el resto de las izquierdas; crisis de credibilidad sin precedentes del presidente de la República (caído en el pozo negro de los sondeos más desastrosos de la historia) y crisis de «gobernabilidad»: Hollande gobierna con una mayoría parlamentaria dividida y «balcanizada».