¿Por qué Ecuador ayuda a Assange?

El periodista permanece refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde hace más de dos años después de que la justicia británica ratificara el 19 de junio de 2012 la extradición interpuesta por Suecia por acusaciones de violación . Sin embargo, Assange teme que EE.UU. esté detrás de este asunto y sea entregado al país anglosajón para ser juzgado por revelar miles de documentos confidenciales en 2010 mediante el portal web «Wikileaks» . Fue una decisión en medio de un tenso clima político, no exenta de polémica que otorgó un protagonismo mundial, sin precedentes, al país sudamericano.

Tanto Ecuador como EE.UU. mantienen tormentosas relaciones, fundamentalmente desde que Rafael Correa y Barack Obama llegaron a la presidencia. En este sentido, era previsible la decisión de Snowden de optar por una nación antiestadounidense lo suficientemente fuerte como para mantener —con garantías— el pulso a Washingon y no sucumbir ante sus intereses . Pero, ¿cuáles son las verdaderas razones que motivan a Ecuador a plantar cara al gobierno de Obama?

Correa no comparte la política norteamericana. Conceder asilo a Assange para entorpecer los pasos del «enemigo imperialista», como se ha referido Correa al Gobierno norteamericano, formaría parte de la estrategia del Estado ecuatoriano. Para Beltrán Gambier, abogado especialista en Derecho administrativo que ha seguido desde el inicio el caso Assange, al otorgarle el asilo político, «Ecuador ejerce su soberanía como país», sin embargo «esta decisión pudo molestar a algún país además de Suecia y el Reino Unido —aún mantiene sus quejas—». Afirma, además, que «es bueno que los países más pequeños tengan orgullo soberano y traten de igual a igual a los que son más grandes. Eso debe generar respeto».

Beltrán Gambier asegura que «nada es más sagrado en las democracias actuales que la libertad de expresión y de información». Aunque se da la circunstancia que «Ecuador protegió, con su asilo, a una persona que generó una sobredosis de información clasificada sobre lo que hacen los gobiernos ocasionando un terremoto en términos periodísticos y políticos».

El periodista destapó, gracias al soldado Bradley Manning , los secretos mejor guardados que ruborizaron a la considerada primera potencia mundial . Assange aportó una valiosa información mediante los 250.000 documentos secretos del Departamento de Estado de Estados Unidos , información que jamás hubiera salido a la luz. ¿El precio a pagar? Aún está por desvelarse. Ecuador tomó «una decisión valiente en pro de la libertad de un ciudadano que estaba en riesgo de perderla». Y a pesar de no haber cargos de EE.UU. contra Assange «éstos pueden surgir de inmediato en cuanto él resulte extraditable» , asevera el especialista.

También, señala que la elección de Ecuador frente a países más antiestadounidenses (Venezuela, Cuba o Bolivia) pudo estar motivada porque «Assange avizorara que podía ser un albergue político seguro y a la mano, tras las conversaciones que pudo tener con el presidente ecuatoriano y su equipo de asesores».

El presidente Correa mantiene unas óptimas relaciones en la región con Venezuela, Cuba o Bolivia, países donde impera un fuerte sentimiento «antiimperialista». «Es importante observar la afinidad de Ecuador con otros países de su región con los que está alineado, quienes vieron con simpatía el asilo al señor Assange». El experto añade que «basta ver los posicionamientos estratégicos de Ecuador para entender lo que ha hecho en términos de coherencia política».

Es oportuno recordar otro caso controvertido: Edward Snowden , bajo el que pesa una orden de extradición. El informático desató una crisis diplomática de alcance mundial en 2013 tras realizar una petición de asilo global eludiendo así a la justicia norteamericana, que lo busca por revelar información clasificada. Ricardo Patiño, canciller ecuatoriano, afirmaba por entonces que su petición sería analizada lo que tenso todavía más las relaciones entre ambos. El asilo nunca llegó a concederse.

Por otra parte, el mandatario ecuatoriano tuvo que enfrentarse a duras críticas tanto dentro como fuera del país al aprobar la Ley de Comunicación —el pasado año—, una cuestionada ley que, según Reporteros Sin Fronteras, ataca a los periodistas. Los detractores del presidente interpretaron la decisión como un lavado de imagen ante el mundo. «Evidentemente a Rafael Correa no le vino nada mal el episodio Assange de cara a los cuestionamientos que tenía y tiene en su frente interno» , explica.

La solución que propone el letrado requiere de cierto «coraje político de las partes y amplitud de criterio jurídico». «El Reino Unido debería concederle al señor un ‘salvoconducto condicionado’ para que pueda trasladarse a la embajada de Ecuador en Suecia». ¿La condición? «Que vaya a Suecia y no a Ecuador. Una vez allí debería someterse a la justicia sueca que le reclama», lo que podría generarle «una absolución o una condena». Añade que «si es absuelto, habría vía libre para que Assange sea trasladado a Ecuador», pero «si fuese condenado por pena privativa de libertad, debería cumplir la pena», para más tarde «ser trasladado a Ecuador». «Con esta solución todos ganan. El Reino Unido lo entrega, Suecia le juzga y Ecuador le protege con su asilo político», zanja el especialista.