Valls ultima la formación del nuevo Gobierno francés que debe anunciarse este martes

El diario conservador y el diario de izquierda independiente coinciden en lo esencial. Diputados socialistas hostiles al Pacto fiscal europeo, ministro hostiles a la política económica de Hollande, y un número creciente de «elefantes» socialistas (socialistas históricos), amenazan con paralizar, retrasar o complicar las reformas siempre aplazadas e indispensables para el Tribunal de cuentas, la Comisión europea y los estados miembros de la zona euro.

«Le Monde», por su parte, afirma que el nuevo gobierno de Hollande será su «último cartucho». A juicio del vespertino de referencia, la presidencia Hollande ha entrado en una grave «crisis estructural» de amenazante calado. «Crisis estructural» cuyos contornos son bien conocidos.

Hollande comenzó por traicionar su primera promesa electoral estratégica: «Si yo soy presidente, Francia no ratificará el Pacto fiscal europeo». Elegido presidente, Hollande y la mayoría parlamentaria socialista ratificaron el Pacto fiscal europeo, cuyo incumplimiento ha terminado dinamitado su gobierno.

Hollande prometió que el paro comenzaría a «bajar» a finales del 2013. Ha ocurrido lo contrario, con varias agravantes. Hollande ha conseguido traicionar a las izquierdas que lo eligieron presidente, incumpliendo, al mismo tiempo, las promesas de Estado del Pacto fiscal.

Hollande nombró a Manuel Valls primer ministro el 31 de marzo pasado, encomendándole la tarea de «acelerar las reformas». El primer gobierno Valls ha sido uno de los más cortos de la historia de la V República. Apenas ha durado 147 días.

En cinco meses cortos, la pareja Hollande / Valls ha conseguido dividir a su propio gobierno, agravar las divisiones de la mayoría parlamentaria socialista, abriendo un abismo de incomprensión con el resto de las izquierdas.

¿Podrá el segundo gobierno Valls poner coto y solventar todas esas crisis?

La extrema derecha, la extrema izquierda, el centro y la derecha moderada, piden la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas.

Varios constitucionalistas apoyan las tesis de «Le Figaro» y «Liberation»: Francia se ha instalado en una «crisis de régimen» inconfesable. La «crisis estructural» subrayada por «Le Monde» quizá defina con precisión el estado de crisis generalizada: su nuevo gobierno pudiera ser el último cartucho de un presidente en cuarentena, con más de un 80% de opiniones negativas en los sondeos de opinión.