El Costa Concordia se despide del Giglio

«Si las condiciones del mar y la meteorología lo permiten, las operaciones de reflotamiento del barco comenzarán según lo previsto el lunes por la mañana», ha señalado este sábado el patrón de Costa Cruceros, Michael Thamm. La decisión de las autoridades que han intervenido en el rescate del barco se hizo pública este sábado en un comunicado emitido por Protección Civil tras una reunión celebrada en su sede de Roma.

Las operaciones de reflote durarán varios días y supondrán la penúltima etapa de un faraónico proyecto destinado a desencallar, enderezar, reflotar y deguazar la embarcación de 114.500 toneladas en cuyo naufragio fallecieron 32 de las 4.229 personas que viajaban a bordo. Aquel fatídico 13 de enero de 2012 el capitán de la nave, Francesco Schettino , se acercó a la costa de la isla a modo de saludo y el barco acabó impactando con un escollo que rompió su casco.

Tras la tragedia, el Costa Concordia quedó inclinado sobre los escollos de la costa del Giglio y así permaneció hasta que en septiembre del pasado año recuperó su verticalidad gracias a una titánica operación de rescate , conocida con el nombre técnico de «parbuckling». Tras 20 horas de trabajos, se rotó la nave 65 grados, desencajándola de las rocas y dejándola apoyada sobre una plataforma de acero construida para tal fin a 30 metros de profundidad. Se había dado un paso de gigante en el rescate, aunque aún quedaba camino por recorrer.

Levantar el Concordia dejó al descubierto su flanco más dañado durante el naufragio y por el tiempo en que permaneció sumergido.

La siguiente etapa consistió en colocar a ambos lados del casco los 30 cajones gigantes llenos de agua a modo de flotadores que serán vaciados mediante un sistema neumático para elevar el barco. Con estas cámaras de aire se prevé que el barco se mantenga a flote cuando se vaya suprimiendo paulatinamente la plataforma sobre la que se apoya este coloso de 290 metros de longitud y 70 de altura.

Superada esta fase, la nave será trasladada 30 metros mar adentro con ayuda de los remolcadores, para que los técnicos completen la tensión de cables y cadenas antes de su traslado.

Estos trabajos deberían terminar el 21 de julio, según lo previsto, para que en esta fecha el Costa Concordia vuelva a navegar ayudado por remolcadores. La última travesía por el Mediterráneo de este gigante del mar durará unos cuatro días. En ese tiempo está previsto que recorra a una velocidad de dos nudos (3,7 kilómetros por hora) las 200 millas náuticas (370 kilómetros) que separan la isla toscana del Giglio de Génova. Allí concluirá sus días el Costa Concordia y finalizará el rescate más espectacular y ambicioso que ya ha costado más de un millar de euros.