Los refugiados sirios le cuestan al Líbano 8.000 millones al año

Salameh, candidato a la presidencia del Líbano, aseguró que las cifras proporcionadas se basan en un estudio del Banco Mundial y criticó a la comunidad internacional por su falta de ayuda a la hora de aliviar el lastre que representa para el Líbano la marea de huidos por la guerra en la vecina Siria. «Aunque el comercio interior ha mejorado a causa de la presencia de los refugiados, esto no compensa el coste que tiene que soportar el país año tras año» manifestó el gobernador. «La comunidad internacional desea que Líbano continúe recibiendo refugiados pero esta es una responsabilidad que todos deben asumir y no solo nosotros», añadió.

En una de sus últimas visitas a la región, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, reconoció que la crisis siria había supuesto para el pequeño Líbano pérdidas de unos 7.500 millones de dólares hasta el verano de 2013 y que su PIB había retrocedido un 2,9 % al año entre 2012 y 2014. El impacto del conflicto sirio sobre la economía libanesa ha sido inmenso afectando en gran medida a su comercio, turismo e inversiones. Los servicios públicos, deficientes de por sí, apenas pueden hacer frente al incremento de la demanda de educación, sanidad, electricidad y suministro de agua al tiempo que se estima que otros 170.000 libaneses se verán arrojados a la pobreza a finales de este año.

De acuerdo con datos de la ONU, casi 1.100.000 sirios se hallan en el Líbano tras escparar de la guerra contra el presidente Bashar el Assad si bien el gobierno libanés señala que podrían ser muchísimos más dado el alto número de refugiados que no se han inscrito oficialmente. El país sigue buscando la manera de controlar el número de recién llegados; una de sus últimas medidas era explicada el pasado martes por el ministro de Asuntos Sociales, Rashid Derbas, quien apuntó que solo se recibiría a los desplazados procedentes de áreas próximas a la frontera libanesa.