elecciones europeas
Cameron maniobra en busca del cargo de la Comisión que quiere España
La comisaría de Comercio exterior es muy deseada debido al posible cierre de las negociaciones del tratado de libre comercio con Estados Unidos
enrique serbeto
A pesar de todos los intentos de flexibilizar el funcionamiento de las instituciones comunitarias, al final, como siempre en la Unión Europea, la mayor parte de las decisiones se acaban gestando en una reunión de camarilla entre los gobiernos con capacidad de jugar un papel ... decisivo. La entrevista que mantendrán hoy en Suecia la canciller Angela Merkel y el primer ministro británico, David Cameron, tiene como objetivo intentar superar los obstáculos para el nombramiento de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión . La alemana ha dejado claro que no considera en ningún caso la posibilidad de llevar adelante el proceso si Londres se queda al margen, pero tampoco puede asumir el fiasco de ignorar la apuesta democrática que suponía vincular la presidencia de la Comisión al resultado de las elecciones europeas.
Cameron ha querido que le acompañen el sueco Fredrik Reinfeldt y el holandés Mark Rutte, ambos bastante críticos con la figura de Juncker y con el hecho de que se despoje a los gobiernos de su competencia de elegir soberanamente al presidente de la Comisión.
La reunión de hoy podría ser el pistoletazo de salida en el proceso de negociaciones y cambalaches para el reparto de cargos. Por ahora, según los medios británicos, Cameron tiene la intención de recuperar la comisaría de Comercio exterior (que ya tenía la baronesa Catherine Ashton antes de que se la nombrara Alta Representante) y que es un puesto que ambicionaba el Gobierno español desde antes de las elecciones. El diario alemán Die Welt da a entender que el candidato de Merkel para el puesto es Andrew Lansley, de 60 años, que fue un reformador de la sanidad británica y es uno de los ideólogos más influyentes del Partido Conservador.
La importancia de la cartera de Comercio Exterior, que actualmente ocupa el belga Karel De Gucht, se debe a que tendrá en sus manos el cierre de la negociación del tratado de libre comercio con Estados Unidos, que será la asociación comercial más importante de la historia y al Gobierno británico se le supone un interés particular en estar al cabo de todo el proceso, teniendo en cuenta sus especiales relaciones con Washington.
Sin embargo, en el seno del grupo popular en el Parlamento Europeo se está abriendo paso la idea de proponer para este puesto a un socialista, con el fin de allanar el camino de la necesaria ratificación en la Eurocámara. En todo este baile de puestos, el futuro de Miguel Arias Cañete todavía no está despejado. Las expectativas de que podría optar a esta cartera generadas antes de las elecciones se han difuminado tras las elecciones. La delegación española en el grupo popular de la Eurocámara no es, como se esperaba, la segunda después de Alemania, ya que con 16 diputados su peso ha quedado muy disminuido respecto a otros países, como Alemania (34 diputados), Polonia (23) o incluso Italia (17).
Pero, por ahora, la discusión se centra sobre todo en la presidencia de la Comisión. En unas declaraciones emitidas ayer por una emisora del Reino Unido, el ministro británico de Exteriores, William Hague, ha vuelto a decir que no le gusta Juncker, pues hay «otros candidatos con talento» y que sería un error elegir «a la persona equivocada».
Cameron no puede vetar a Juncker ni siquiera sumando los votos de Suecia y Holanda. Podría intentar hacer más seria su amenaza si sumase al húngaro Viktor Orban, que tampoco quiere a Juncker y que amenaza reiteradamente al Partido Popular Europeo con abandonarlo para sumar sus 12 diputados al grupo del Partido Conservador británico. Pero Orban es una figura tan polémica que Cameron no está seguro de que sea una buena idea asociarse con él.
Una mujer
Hague ha vuelto a insistir en que sería interesante nombrar a una mujer y a recordar que «es uno de los puestos más importantes que se deciden en la Unión Europea». «Es muy importante que haya un equilibrio político y geográfico, y es importante que haya mujeres en los principales puestos». Pero esta declaración viene dos días después de que Christine Lagarde , la directora del FMI hubiera manifestado –precisamente en Londres– que no aspira al puesto. «Yo no soy candidata. Ya tengo un trabajo muy importante, y tengo la intención de completar mi mandato», afirmó cuando se le preguntó sobre los rumores que la situaban como sustituta de Barroso.
Entre los nombres que empiezan a darse por seguros como miembros de la futura Comisión figuran al menos dos ex primeros ministros, Jyrki Katainen de Finlandia y el letón Valdis Dombrovskis. Los dos han dejado su puesto por razones diversas, pero con tiempo suficiente para preparar su nueva carrera en Bruselas. Dombrovskis tuvo que dimitir después del derrumbe de un supermercado en Riga y no se descarta que, como en otros casos conocidos, este asunto le pueda perjudicar en las audiencias en el Parlamento.
Cameron maniobra en busca del cargo de la Comisión que quiere España
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete