Hollande glosa el pacto de sangre que unió a los aliados para liberar Europa

Punto central del discurso del presidente francés: el «pacto de sangre», sellado en las tierras de Normandía, «regadas» con la sangre de millones de soldados de muy diversas razas, religiones y nacionalidades, y la población civil normanda, durante una de las batallas más cruciales de la historia de nuestra civilización.

Ese «pacto de sangre» tuvo una prolongación siempre viva. Millares de muertos aliados están enterrados en la veintena de cementerios normandos. Decenas de millares veteranos, familias y descendientes vuelven cada día, cada semana, cada mes, cada año, a unas tierras donde ese trágico pacto creó una alianza moral siempre viva.

En segundo plano, el presidente Hollande aludió a la actualidad trágica y palmaria de aquella herencia. La guerra sigue regando con sangre humana muchas tierras víctimas de trágicos conflictos. En escorzo, el presidente francés aludió veladamente a las secuelas de la crisis ucraniana, preocupación acuciante para todos los líderes mundiales presentes en Normandía.

François Hollande cenó anoche con Obama y Putin , por separado, intentando facilitar diálogos bilaterales y multilaterales, relacionados con el incierto futuro de Ucrania. Angela Merkel y otros jefes de Estado y gobierno presentes en Normandía aprovecharán las ceremonias de conmemoración del desembarco para seguir dialogando en busca de una salida para la angustiosa crisis ucraniana.