Farage y Le Pen continúan la búsqueda de aliados por separado... en Italia

Por ello, cada uno con 24 europarlamentarios necesita unirse a partidos de otros seis Estados miembros con los que sobrepasar los 25 escaños: el mínimo requerido para configurar un grupo propio. De esta forma se beneficiarían de una mayor financiación y de tener derecho a un portavoz con más presencia lo que, por ejemplo, haría que Farage no tuviera que limitarse a los escasos discursos altisonantes por los que se hizo conocer en la anterior legislatura. Todos los votos eurófobos abarcan el 13% del total tras los comicios del 25 de mayo.

El diario italiano «Il Fatto Quotidiano» ha resaltado este miércoles la búsqueda desesperada por encontrar aliados y repartirse el pastel incluso dentro de un mismo país, en este caso Italia. Los diálogos entre Grillo y Farage han levantado las iras de parte de su electorado y de sus redes por alinearse junto al líder eurófobo tildado de «alcohólico y racista» . Entre el británico y Le Pen han saltado chispas en los últimos meses. Por un lado, Farage ha acusado a la francesa de «antisemita» y esta a su vez le ha recordado la mala imagen que tiene dentro de su propio partido.

Pero esta búsqueda no se limita al país transalpino. Le Pen ya contaba con el sí de Geert Wilders, máximo representante del holandes Partido por la Libertad (PVV), con otros cuatro escaños. La francesa también se habría ganado el apoyo de la formación xenófoba belga Vlams Belang, con un escaño y de la austríaca FPÖ (cuatro). El grupo se llamaría «Alianza Europea por la Libertad».

Por su parte, Farage contaría con uno de los griegos Anel, de los lituanos del Orden y Justicia (uno) y del checo Svobodni (uno); así como la posible ayuda de los eurófobos nórdicos. Si fallan estos, la única alternativa sería estrechar lazos con partidos aún más radicales como el neonazi alemán, NPD, o incluso Amanecer Dorado. Sin embargo, tanto Farage como Le Pen temen que esta unión les perjudique electoralmente de cara a futuros comicios.