Renzi asume el papel de contrapeso de la canciller Merkel
El primer ministro italiano intenta rebajar la política de rigor de la canciller
Renzi asume el papel de contrapeso de la canciller Merkel
El resultado de las elecciones europeas ha cambiado sustancialmente la geometría política en Europa y, con la nueva composición de la Cámara de Estrasburgo, los dos polos de los equilibrios políticos son ahora Berlín y Roma. La victoria de Matteo Renzi en las elecciones al ... Parlamento Europeo le convierte en el centro de la galaxia socialdemócrata y en el portavoz de los partidarios de una política que intente contrarrestar el rigor que ha promovido la canciller Angela Merkel en la legislatura que acaba de terminar.
No es el fin del eje franco-alemán, que subsiste por razones históricas, pero el resultado electoral ha cambiado la percepción de la situación. «Francia es el país que cuenta en Europa junto a Alemania. Sin Francia, Europa no puede avanzar», dijo ayer el presidente François Hollande al comienzo de la cumbre. Lo que no puede ignorar es que él ha sido el principal derrotado en las elecciones, y que la delegación francesa se ha convertido numéricamente en un factor irrelevante en la composición de la Eurocámara. El grupo mas numeroso es el del ultraderechista Frente Nacional, que no cuenta a efectos constructivos.
En cambio, el éxito del primer ministro de Italia ha sido de tal dimensión, que la delegación del Partido Demócrata en el seno del grupo socialista del Parlamento Europeo será con diferencia la más numerosa (con 31 diputados), incluso por encima de los socialdemócratas alemanes (27). Con esta influencia, Renzi tendrá más fuerza que Mario Monti, a pesar de que este fue «adoptado» por el Partido Popular Europeo.
Debilidad de Francia
Francia, con un presidente socialista cuya popularidad se encuentra en niveles históricamente bajos, y con un centro-derecha también en crisis, no está en condiciones de ejercer una influencia decisiva. El papel de contrapunto a la política de austeridad con el que soñó Hollande al asumir la presidencia francesa hace dos años y medio no se ha materializado. Por el contrario, Francia está más débil que nunca y sus perspectivas económicas no son buenas, sino que van de mal en peor.
En cambio, Renzi pudo entrar ayer en la sede del Consejo Europeo diciendo que «representa a uno de los grandes países de Europa», y que viene con la intención de «poner sobre la mesa los problemas con determinación y hablando el lenguaje de los ciudadanos» que es, a su juicio, «lo que interesa a la sociedad».
Italia es todavía uno de los países más débiles en el proceso de recuperación económica, asfixiado por una deuda pública faraónica. Matteo Renzi ha logrado por ahora restablecer una estabilidad político-institucional que parecía muy comprometida. Y mientras él puede trabajar con cierta comodidad, el centro-derecha italiano necesitará aún mucho tiempo para reconstruirse. Posición le convierte en un elemento esencial de los equilibrios europeos.
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