El este ucraniano, dividido entre el corazón y el bolsillo
Los separatistas prorrusos rodean la residencia del magnate Rinat Ajmetov, contrario a la independencia, que da empleo a 300.000 familias de la región
mikel ayestaran
Donetsk y Lugansk no votaron, pero enviaron un mensaje claro a la clase oligarca que, tras la victoria en las elecciones presidenciales de Petro Poroshenko , se perpetúa en el poder de Ucrania. Las milicias prorrusas -dueñas de las calles al este del país y ... que desde la noche del domingo tienen bajo su control el aeropuerto internacional, que ha tenido que suspender sus operaciones tras la declaración de «estado de guerra» por parte rebelde- no tardaron en abandonar la plaza Lenin con dirección a la mansión de Rinat Ajmetov.
El hombre más rico de Ucrania se opone a la independencia y hace una semana acusó a los separatistas de estar protagonizando un «genocidio». A diferencia de lo ocurrido a comienzos de mes con las oficinas del gobernador y también oligarca, Sergei Taruta, esta vez los manifestantes se limitaron a gritar, pero no asaltaron la casa del todopoderoso dueño de System Capital Management (SCM), complejo industrial que emplea a 300.000 personas. Se difundió el rumor de que Ajmetov quería votar en su Donetsk natal, pero por una vez corrió la misma suerte que el resto de paisanos, que lo intentó y sus millones no fueron suficientes para cumplir su deseo.
Cada día a las doce del mediodía suenan durante cinco minutos las sirenas de las fábricas más importantes del cinturón industrial de Donetsk. En el sofisticado cuartel general de SCM los trajeados ejecutivos no tienen sirena, pero hacen una pausa para tomar un refrigerio en el Loft Cafe de la planta baja.
«Hay demasiadas armas en la calle y la gente quiere que esto termine»«Es un alto de protesta porque hay demasiadas armas en la calle y la gente quiere que esta situación termine cuanto antes», apunta Natalya Yemchenko, responsable de las relaciones externas de SCM, la empresa que preside Rinat Ajmetov. «Es pronto para valorar el efecto de las palabras de Ajmetov, pero el deseo de todos es que contribuyan a la estabilización», señala Natalya entre respuesta y respuesta a los mensajes y llamadas que llegan a su móvil.
Los 23 pisos de cristal y acero de SCM levantados en 2012 a espaldas del mítico hotel Donbás, también propiedad de Ajmetov, se alzan en el cielo de Donetsk duplicando las once alturas de la vecina casa de la gobernación ocupada por los prorrusos desde hace más de una mes.
Empleo directo
La pugna entre los edificios más altos del centro de la capital se ha trasladado a las calles. Millones de personas votaron a favor de la independencia en el referéndum celebrado el 11 de mayo, un proceso repleto de irregularidades, pero que mostró el sentir de una gran parte de la población en esta parte del país. El magnate de 47 años da empleo directo a 300.000 familias, más de la mitad de ellas en las dos provincias que se declaran independientes, y amenazó con cerrar sus negocios si no concluye el alzamiento.
El posicionamiento público del gran oligarca del carbón y el metal, unido al silencio de Rusia , que sigue sin reconocer de forma oficial la independencia de Donetsk y Lugansk, han restado gas al furor independentista que parecía lanzado tras el referéndum.
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