Amnistía Internacional critica a Marruecos por usar la ley antiterrorista para encarcelar a periodistas

La vista prevista para este martes en el caso contra Anuzla por informar sobre un vídeo de la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) ha sido aplazada. Por su parte, El Hasnaui se declaró en huelga de hambre hace cinco días para protestar contra su condena a tres años de cárcel por mantener presuntamente contactos con personas que participan en los combates en Siria del lado de las fuerzas antigubernamentales.

«Aplicar la legislación antiterrorista como pretexto para castigar a periodistas a causa de su actividad informativa supone un serio revés a la libertad de expresión en Marruecos», ha afirmado el director de AI para Oriente Próximo y Norte de África, Philip Luther. Asimismo, Luther ha pedido a las autoridades que «pongan fin a la farsa procesal contra Anuzla y retiren todos los cargos presentados en su contra».

AI ha sostenido que el aplazamiento de la vista «no es sino el último episodio de la larga serie de demoras acaecidas desde que las autoridades empezaron a investigar el año pasado el trabajo de este periodista». Anuzla fue procesado en septiembre de 2013 después de que se tildara de «propaganda» un vídeo de AQMI publicado en el portal que fundó, Lakome.com.

Pese a que está en libertad bajo fianza, sigue estando sometido a investigación, mientras que su web sigue censurada. Por otra parte, ha recordado a Marruecos que el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria ha pedido la puesta en libertad inmediata e incondicional de El Hasnaui, así como el pago de una indemnización por los diez meses que lleva encarcelado.

El Hasnaui fue declarado culpable de no haber denunciado a personas de quienes se sospechaba que podrían estar cometiendo actos terroristas en Siria, así como de pertenencia a un grupo terrorista con esas mismas personas. AI ha denunciado que el juicio fue celebrado sin que se respetaran sus garantías y con el informe policial de su interrogatorio, que firmó sin leer, como única prueba.

El periodista ha asegurado que sólo estableció contacto con personas que combatían contra las fuerzas gubernamentales en Siria en su calidad de periodista, y que los cargos presentados en su contra se fabricaron como represalia por haberse negado en repetidas ocasiones a las ofertas de ingreso en los servicios secretos marroquíes. En sus artículos ha criticado vehementemente las violaciones de Derechos Humanos cometidas en el contexto de las iniciativas «antiterroristas» de las autoridades marroquíes, y ha pedido reiteradamente que se lleven a cabo investigaciones independientes sobre los atentados con explosivos en Marruecos desde 2003.