Ríos Montt sigue eludiendo la cárcel un año después de la histórica sentencia por genocidio

La condena a 80 años «se mantiene viva aunque la Justicia formal no haya llegado», dijo a Efe el abogado Juan Francisco Soto, del Centro de Acción Legal para los Derechos Humanos (Caldh), querellante en el proceso abierto al general retirado, de 87 años. En opinión de Soto, la valoración del juicio es positiva, porque se dictó una sentencia y las víctimas pudieron «expresar todo lo sucedido hace más de 30 años».

El jurista considera que se tiene que diferenciar la justicia formal de la social, porque la anulación de la condena a 80 años que dictó el Tribunal A de Mayor Riesgo el año pasado fue por cuestiones procesales y no por los medios de prueba que demostraron la culpabilidad de Ríos Montt. «En la justicia social la sentencia se mantiene viva, tiene un valor incalculable y fue un logro para Guatemala y las víctimas, pero falta que llegue la (Justicia) formal», sostiene.

Soto también recuerda la valentía de las víctimas de sentarse frente a los jueces y a Ríos Montt para narrar los horrores que vivieron en la década de 1980 en el departamento noroccidental de Quiché.

En una entrevista con Efe, la fiscal general, Claudia Paz, afirmó que «fue positivo» para Guatemala que en una audiencia judicial las víctimas pudieran ser escuchadas tanto por el juez como por el supuesto responsable de los crímenes, y que un tribunal emitiera un fallo.

Un total de 100 testigos y 70 peritajes militares, balísticos, antropológicos, forenses, sociales y científicos, fueron presentados como elementos de prueba del delito de genocidio contra la etnia Ixil durante el breve régimen de Ríos Montt (1982-1983).

Aunque Ríos Montt no estuvo presente durante la matanza de los 1.771 indígenas que le atribuye la Fiscalía, Elena de Paz Santiago, recuerda en declaraciones a Efe que cuando lo vio en el tribunal al dar su testimonio «yo dije él fue, él es el culpable porque mandó a los soldados a que lo hicieran».

De Paz, única sobreviviente de su familia, asegura que fue violada por los soldados cuando tenía 12 años y que hoy a sus 43 todavía sufre las secuelas porque los militares le causaron una herida en la pierna derecha que le duele a diario.

Pese a que el Tribunal lo halló culpable de genocidio, el general golpista ha logrado hasta ahora evadir la cárcel porque la Corte de Constitucionalidad (CC), la máxima instancia jurídica de Guatemala, anuló la histórica condena el 20 de mayo de 2013 por errores en el proceso.

Desde entonces, Ríos Montt busca a través de sus abogados una amnistía por los delitos que se le imputan y que se registraron durante el conflicto armado (1960-1996), pero las cortes guatemaltecas no han resuelto la petición. Los defensores del anciano militar asegura que la juez Yassmín Barrios, quien lo condenó, no fue imparcial en el juicio.

Mientras tanto, el Tribunal B de Mayor Riesgo, al que la Corte Suprema de Justicia trasladó el caso, tiene previsto comenzar el nuevo juicio contra Ríos Montt el 5 de enero de 2015. El exmilitar es acusado por la Fiscalía del asesinato de 1.771 indígenas ixiles en el departamento noroccidental del Quiché, uno de los más golpeados por la guerra interna.

A partir del 5 enero de 2015 también volverá a ser procesado el general retirado José Mauricio Rodríguez, quien fuera antiguo director de Inteligencia Militar en el régimen de Ríos Montt, y quien había quedado absuelto en el juicio anulado.