El Sinn Féin rescata la teoría de la «mano negra» tras la detención de Gerry Adams
Londres responde que no hay intereses políticos detrás del interrogatorio al presidente de la formación republicana por el secuestro y asesinato de una mujer en 1972
borja bergareche
El viceprimer ministro de Irlanda del Norte y dirigente del Sinn Féin, Martin McGuinness , atribuye la detención del presidente de la formación republicana, Gerry Adams , a la intervención de un «lado oscuro» en la policía norirlandesa y a una «conspiración contra el proceso ... de paz». Adams fue detenido el miércoles a las ocho de la tarde tras presentarse en una comisaría para ser interrogado por su posible relación con un asesinato del IRA. Ayer, el veterano político de 65 años permaneció bajo custodia policial en virtud de la legislación antiterrorista británica.
«En los últimos días, hemos visto al lado oscuro exhibir sus músculos»El Servicio de Policía de Irlanda del Norte no ha presentado cargos contra él, y tiene hasta hoy para presentar al detenido, que es diputado en el Parlamento irlandés, ante un juez, que podría extender el arresto hasta 28 días. La detención de Adams ha desempolvado los fantasmas del conflicto norirlandés, que permanecían encadenados a un segundo plano de la actualidad en el Ulster por los efectos sedantes de un proceso de paz consolidado, aunque no exento de explosiones esporádicas de violencia de baja intensidad y de erupciones periódicas de memoria indignada del dolor.
McGuinness, excomandante del IRA y el político republicano de mayor rango en el Reino Unido, se refirió ayer a un «intento deliberado de influir el resultado» de las elecciones locales, previstas para finales de este mes. Y explicó que fuentes «de alto nivel» y «reformistas» dentro de la policía norirlandesa aseguran al Sinn Féin que «sigue existiendo un lado oscuro dentro de la Policía». «Creo que en los últimos días hemos visto a ese lado oscuro exhibir sus músculos», dijo McGuinness. «Sabemos quiénes son, y los reformistas también lo saben», aseguró.
McGuinness, en cuanto número dos del gobierno norirlandés, es por tanto responsable político del cuerpo de policía autonómico que ha detenido a Adams. Y, en una conversación con el primer ministro, David Cameron, ha acusado a las autoridades británicas de «inconsistencia» a la hora de perseguir crímenes relacionados con el conflicto, en referencia a un supuesto doble rasero que pondría menos énfasis en la persecución penal de militares británicos sospechosos de cometer delitos.
A finales del año pasado, trascendió que la policía norirlandesa había reactivado la investigación a una veintena de paracaidistas retirados, por su posible responsabilidad en la matanza de 14 civiles del «domingo sangriento», el 14 de enero de 1972. «El Servicio de Policía de Irlanda del Norte tiene el deber de investigar plena y enérgicamente cada caso, y les apoyo y animo a hacerlo. Pero sé que algunas investigaciones son llevadas con más rigor que otras», denunció McGuinness este jueves.
Respuesta inmediata
Sus acusaciones de politización, que fueron replicadas por otros líderes de la formación nacionalista, recibieron una respuesta inmediata ayer del primer ministro británico, David Cameron . «No ha habido ninguna interferencia política en este caso», dijo el líder conservador. Por su parte, el primer ministro del gobierno regional norirlandés, el unionista Peter Robinson, confrontó directamente las palabras de su número dos en el ejecutivo autónomo nacido al calor de los acuerdos de paz de 1998.
«Politización sería que el Servicio de Policía de Irlanda del Norte no hubiera interrogado a Gerry Adams», defendió Robinson, líder del principal partido unionista del Ulster. «Que la gente sepa que nadie está por encima de la ley fortalece nuestro proceso político», aseguró. Muchos, de hecho, daban por hecho que Adams -considerado como el artífice en el bando republicano del acuerdo de paz de Viernes Santo- era intocable.
El presidente del Sinn Féin y diputado en la vecina República de Irlanda ha sido detenido por su presunta vinculación con el asesinato de Jean McConville, una viuda de 37 años y madre de diez hijos secuestrada por el IRA en 1972. En aquella época, se considera que Adams era uno de los jefes militares del grupo terrorista. «Yo y mis hermanos estamos contentos de ver a la policía hacer su trabajo», explicaba ayer uno de los hijos, Michael, que tenía once años cuando un comando de doce miembros del IRA se llevó a su madre en una furgoneta.
«Nunca pensamos que ocurriría»
«Nunca pensamos que ocurriría [la detención de Adams], pero estamos contentos de que tenga lugar», dijo. Los republicanos acusaban falsamente a su madre de haber pasado información al ejército británico. Su cuerpo «desapareció» hasta que fue encontrado de forma accidental en 2003 en una playa irlandesa. La pérdida de esa aparente inmunidad que muchos atribuían al líder del Sinn Féin le ha obligado a modificar su discurso.
Adams, de 65 años, nunca ha reconocido en público haber sido miembro del IRA, y ha rechazado siempre cualquier papel en el asesinato de McConville. «Creo que el asesinato de Jean McConville y el entierro secreto de su cuerpo fue un error y una grave injusticia para ella y para su familia», dijo el miércoles en un comunicado publicado justo después de presentarse voluntariamente en una comisaría del condado de Antrim, una localidad al noreste del Ulster. El comunicado incluía una frase que algunos interpretan ya como un cambio de tono en sus posturas, forzado quizás por la presión policial.
«Se han hecho alegaciones maliciosas y muy publicitadas contra mí. Las rechazo. Si bien nunca me he disociado del IRA y nunca lo haré, soy inocente de jugar cualquier papel en el secuestro, asesinato y entierro de la señora McConville», añadía, en lo que constituye su primer reconocimiento de haber estado «asociado» al IRA. Han pasado 35 años desde la última vez que Adams fue detenido. Fue en 1978, después de que doce personas incluidos varios niños, murieran quemados en un incendio sin aviso previo del IRA de un hotel a las afueras de Belfast. Entonces, Adams era un miembro de la ejecutiva del Sinn Féin, que por aquel entonces no contaba aún con cargos electos.
Testimonio acusatorio
Esta nueva detención llega después de la reciente decisión de un tribunal de EE.UU. de obligar al Boston College a entregar a las autoridades norirlandesas una serie de entrevistas grabadas con antiguos paramilitares republicanos. Las cintas forman parte de un archivo oral del conflicto norirlandés recopilado desde 2001 por esta Universidad de Massachussets, y estaban destinadas a ser publicadas solo cuando el entrevistado hubiera muerto.
En una de ellas, Brendan Hughes, un dirigente del IRA en los 70 y amigo íntimo de Adams entonces, fallecido en 2008, da a entender que el futuro presidente del Sinn Féin dio la orden de hacer «desaparecer» a Jean McConville. «Solo hay un hombre que dio la orden de ejecutar a esa mujer, y ese hombre es el presidente del Sinn Féin», afirma en la entrevista. Adams rechaza cualquier vinculación con el caso.
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