Yuri Korchagin: «Estamos convencidos de que la seguridad está bien preparada»

-Ante todo, esperamos que sea una gran fiesta deportiva. Se han construido instalaciones muy modernas; hay mucha nieve; y 98 complejos de medallas (oro, plata y bronce), 12 más que en los pasados juegos en Vancouver, porque se han introducido más deportes. Será una fiesta inolvidable, no sólo para los deportistas, sino para todo el mundo.

-Desde el punto de vista político, ¿Rusia ve los Juegos como una posibilidad para reafirmarse como potencia?

-Lo importante es el deporte. Y el deporte debe ser despolitizado. No creo que haya que ver los Juegos Olímpicos como una palanca para reafirmarse en el mundo político internacional. Sí hay, indudablemente, el deseo de difundir una buena imagen del país y de su deporte, sobre todo si se ganan muchas medallas. Hablo no sólo de Rusia sino de cualquier otro país. Y yo le deseo también al equipo español muchos éxitos y muchas medallas.

-¿Esta garantizada la seguridad, tras los últimos atentados terroristas perpetrados en Rusia?

-Varios de nuestros dirigentes, incluido el presidente Putin, han tocado este tema recientemente. Estamos convencidos de que toda la seguridad está bien preparada . Es una tarea importante para los Servicios Especiales que se dedican a ello, y no solo los servicios rusos, porque tenemos una cooperación muy estrecha y detallada con los Servicios de todos los países participantes. Este conjunto de esfuerzos nos garantiza que habrá un clima de fiesta y que nada lo apagará.

-Se ha hablado de que la puesta en libertad de Jodorkovsky y de las Pussy Riots obedeció a un deseo de dar una imagen más favorable de Rusia ante estos Juegos…

-La puesta en libertad de esas personas y de muchos más tiene que ver con el 20 aniversario de la constitución de la Federación de Rusia. El Parlamento ruso tomó la decisión de hacer una amnistía muy amplia, que incluyó a Jodorkovsky y a las Pussy Riots . El propio Jodorkovski, en una entrevista en un periódico ruso, ante una pregunta similar a la que usted me ha hecho, contestó que no. Son cosas distintas.

-Ha habido bastantes críticas en cuanto a las condiciones en que se pueden encontrar algunos presos, sobre todo, en los campos de trabajo. ¿Se van a tomar medidas para mejorar esas condiciones?

-Se supone que los criminales cuando van a la prisión no esperan encontrar un paraíso turístico. Eso es igual en cualquier país. Pero si hay críticas sobre un incumplimiento de la legislación interna de Rusia, respondemos a ellas. El caso que usted mencionó de las Pussy Riots, cuando una de ellas presentó unas quejas respecto a las condiciones de los presos, hubo una comisión especial que investigó esas quejas. También Jodorkovski manifestó algunas quejas. Y siempre en estos casos se hace una investigación y se corrige la situación. Es bueno que haya críticas. Es parte del diálogo.

-También ha recibido el Gobierno ruso muchas críticas por su actitud hacia los homosexuales. ¿Va a haber algún cambio en este sentido?

-Tuvimos frente a la Embajada una manifestación pequeña y les explicamos a los organizadores que en Rusia, según la Constitución, no existe ningún tipo de discriminación de la personas por el carácter religioso, racial, de sexo, de cualquier tipo. Está prohibida. Representantes de las minorías, en este caso sexuales, forman parte de distintos sectores como los demás. A veces se confunde la ley que fue aprobada hace unos meses, respecto a la prohibición de propaganda de relaciones no tradicionales entre los menores de edad. Rusia forma parte, como los demás países, de la Convención de Naciones Unidas de los derechos del niño y trata de cumplir todos los requisitos de esta convención. Hay que distinguir la libertad plena de que gozan las minorías sexuales en la Federación rusa de la prohibición de la propaganda entre los menores. A veces se confunde, porque en la Unión Soviética, sí existía una normativa penal hacia los homosexuales. Pero eso fue eliminado en 1991. Lo que sí se hizo es tomar la decisión de guardar a los menores de edad de una conducta que no forma parte de los valores tradicionales de Rusia.

-¿Considera que Rusia se ha apuntado un tanto en política exterior, al ver cómo han evolucionado los acontecimiento en Siria, con la convocatoria de Ginebra II, o en Irán?

-Es un triunfo de la diplomacia internacional, de buscar un consenso, de buscar la contribución para resolver una crisis que afecta a muchos países. Rusia, desde el principio, por ejemplo en el conflicto sirio, se ha pronunciado por que el conflicto sea resuelto por los propios sirios, sin intentos de interferir u ofrecer una solución a la fuerza desde el exterior. En lo que se refiere a Irán, siempre nos pronunciamos contra las sanciones unilaterales y apoyamos el diálogo. En Siria ha triunfado la sensatez, porque la iniciativa norteamericana fue desarrollada por la iniciativa rusa y, gracias a eso, tenemos la destrucción de las armas químicas. Eso es bueno y, en este sentido, estamos satisfechos de que las posiciones y el rumbo que hemos promovido desde el principio en estos dos casos, hizo que triunfara una posición sensata.

-Rusia está manteniendo un pulso con la Unión Europea a cuenta de la relación con Ucrania y hubo acusaciones de que Moscú presionó al Gobierno de Yanukóvich para que no firmara el acuerdo con Bruselas…

-No sé porqué existe esa percepción. Rusia nunca ha presionado a Ucrania. Siempre ha dicho que si se trata de la firma de ciertos acuerdos de Cooperación de Ucrania con la UE, nosotros debemos pensar en nuestro mercado y defender nuestros productos. Hay que tener en cuenta que Ucrania representa mucho para Rusia. Es un país hermano, con el que tenemos muchos lazos industriales, económicos, financieros y de otros tipos, y, sobre todo, lazos familiares, lazos humanos. Hasta en mi embajada hay gente cuyos padres viven en Ucrania. Hay millones de rusos y ucranianos ligados por esos lazos. Por eso, es tan importante para nosotros. Pero nuestra posición de principio ha sido no meterse en su política, porque el pueblo ucraniano es muy sabio y puede resolver el asunto por sus propios medios. Desde luego, no estamos a favor de que la protesta tome formas violentas. Cuando se toman edificios públicos, cuando se arremete contra la Policía, eso contradice la legislación de cualquier país. Si hablamos de presiones, lo que nos preocupa es que algunas autoridades, incluso europeas, tratan no solo de meterse en la situación interna de Ucrania, sino de estar físicamente en el lugar donde hay protestas contra el Gobierno con el que sus países tienen relaciones diplomáticas. Eso lo consideramos inaceptable, porque cuando se hacen determinadas declaraciones, los extremistas que hay en esas manifestaciones pueden interpretarlo como un apoyo directo.

-¿En qué sectores pueden mejorar las relaciones entre España y Rusia?

-El presidente Putin y el presidente Rajoy se encontraron en San Petersburgo en septiembre del año pasado en el marco del G-20 y concluyeron que las relaciones se desarrollan sin problemas, de una manera muy eficaz pero el potencial de ambos países ofrece más posibilidades. En ese marco tenemos que trabajar los diplomáticos. Hay que mejorar, por ejemplo, el principio de inversión. La inversión rusa se concentra solamente en el sector inmobiliario, porque hay una oferta muy importante. Mucha gente con dinero viene para invertir en apartamentos, en chalets, etc. Lo que tratamos es de buscar caminos para facilitar inversión rusa en el sector productivo español. En cuanto al comercio, a pesar de que la crisis no afectó a su volumen, que está en los 11.000 millones de euros, tenemos muchos recursos para aumentarlo considerablemente.

-Y el turismo ruso hacia España parece que ha crecido de manera notable…

-En efecto, el año pasado aumentó en algo más del 30 por ciento, y se alcanzó la cifra de un millón y medio de turistas. Si se tiene en cuenta que España tiene 60 millones de turistas, parece poco, pero ha crecido un 400 o 500 por ciento en pocos años. Y además, el turista ruso gasta más que el turista medio extranjero. Por eso, nos parece que España con todas su riquezas históricas, culturales, geográficas, climatológicas, puede ser el primer destino en Europa para los rusos, que ahora van todavía mucho a Grecia, Turquía o Egipto. Lo que falta es resolver la cuestión de los visados de corta duración. Yo agradezco a las autoridades españolas, porque son junto con otros países de la UE, campeones en promover la abolición de este tipo de visados. Falta voluntad política en algunos líderes europeos. Cada negativa a conceder visados es una pérdida para los dueños de un hotel, de un restaurante, de una tienda, y para la economía del país en general. Sin visado, se duplicaría el número de turistas rusos que viene a España.

-¿Cómo pueden crecer las inversiones españolas en Rusia?

-Las inversiones españolas en Rusia son mayores que las rusas en España. Alcanzan los 1.500 millones de euros y están en el sector productivo, en la construcción, en la automoción, en las altas tecnologías. Y la legislación rusa no plantea problemas, porque el régimen para un inversor extranjero es el mismo que para un inversor ruso. Nuestra política es atraer inversión extranjera.

-¿Cuándo se va a firmar el convenio para desbloquear la adopción de niños rusos por familias españolas?

-Sabemos que es un tema muy importante para muchas familias españolas. Hay más de 12.000 niños adoptados de Rusia. En otoño se reunieron los expertos de la parte rusa y de la parte española, para tratar sobre el convenio. Se ha avanzado mucho. El 99 por ciento del texto está ya acordado. Falta considerar algunas enmiendas y tendremos el convenio listo. En el caso ruso, intervienen varias instituciones, no solo el Ministerio de Asuntos Exteriores, sino también el Ministerio de Educación que es el responsable del convenio, y el Ministerio de Justicia. Solo faltan algunos detalles que pulir

-¿Cuándo se podría producir la firma?

-Si se cierran esos detalles, quizás en cuanto se produzca alguna visita de importancia a uno u otro país, para darle más repercusión. Pero también se puede hacer con la firma del embajador. Yo creo que este año estará listo.

-¿Ha dado garantías el Gobierno español de que los niños no serán adoptados por familias del mismo sexo?

-Tratamos de que el Convenio se adecúe a la legislación rusa y a la legislación española para que respete los derechos de ambas partes.